Las clases sociales más bajas, que reciben el impacto de la pandemia y que les empuja a la exclusión social, son las más pesimistas. El optimismo va de la mano de las clases sociales más altas, pero aún aquí prima la prudencia puesto que las previsiones no tienen solidez y no se adivina el dibujo de la curva que lleve a las cotas de bienestar de 2019.
A las 600 personas a las que han consultado GADESO para su último estudio se les ha preguntado cuáles consideraban que eran los principales problemas que tiene hoy Baleares y lo que más preocupa a las clases bajas (parados de larga duración, jóvenes sin formación o inmigrantes sin una red social) es la falta de trabajo. Por contra, la crisis económica en sí es lo que preocupa más a las clases altas (grandes empresarios, inversores en sectores financieros e inmobiliarios y altos directivos). La media apunta a que la inestabilidad laboral y la crisis económica están por delante del acceso a la vivienda o al propio coronavirus.
Al mirar la situación nacional, la mayor percepción es que el momento es preocupante y a medio y largo plazo podría continuar así.
También se ha preguntado por la actuación de gobierno y oposición en estos momentos de crisis. La mayoría (28%) valora como buena la acción del gobierno y como preocupante (25%) la postura adoptada por la oposición.
Al centrar los datos en nuestra comunidad un 26% considera la situación preocupante y a medio-largo plazo intuyen que se mantendrá igual.
En la valoración política en Baleares, el 28% tilda de buena la acción de gobierno frente al 27% que no sabe qué contestar respecto al papel que ha desarrollado la oposición.
La pérdida de puestos de trabajo con el cierre de empresas, particularmente del sector servicios y turismo, y la duda de si habrá una temporada turística en blanco dejan una opinión global de que, pese a todo, la situación hoy es buena (26%) y tienen la impresión de que en el medio-largo plazo también será buena (27%). Aquí tenemos que diferenciar la opinión por clases sociales puesto que se ve perfectamente como los más golpeados por la crisis son más pesimistas.
Llamar las cosas por su nombre focaliza por cómo comenzar a ver el Covid-19(+)…con una economía saneada.Mientras los supermercados se abastecen de productos del otro lado del globo la economía local no arranca.El turismo como ave de paso es esto investir en el flujo del momento.Menorca ha visto culturas y épocas más fructíferas que han dejado huella y carácter menos especulativos.
Restricciones a medias para convivir con el virus ha sido una ruina, hacen falta medidas más inteligentes para acabar con el virus como han hecho Australia, Islandia etc.