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“De vuelta al Paraiso”

Un artículo de Hugo Galmés

(Foto: PIXABAY)
(Foto: PIXABAY)

Hace ya milenios que nuestra especie fue desterrada del jardín del Edén. Un lugar que según referencias históricas se situaba en la antigua Persia. Era un Jardín exuberante y bien cuidado, regado por multitud de manantiales y fuentes donde especies vegetales convivían con animales en libertad en total paz y armonía en un espacio atemporal. Los humanos también formábamos parte de ese paraje virgen en el que íbamos desnudos en total concordancia con los demás seres que allí habitaban gozando de las bellezas que se nos habían brindado sin ser conscientes todavía de que el tiempo que se nos había adjudicado para experimentar tal gozo y belleza tendría algún día un final. Todo fue así (según las tradiciones semíticas) hasta que un ser que había estado observando la situación desde la sombra del árbol más bello del jardín que le permitía estudiar las diferentes especies que a él se acercaban, se decidió por hacer planes para desestabilizar el equilibrio de toda aquella creación. Ese mismo ser, escurridizo y seductor fue el que tentó a nuestra especie con falsas promesas que aseguraban un conocimiento hasta el momento inimaginable para nuestros primeros abuelos que según él los equipararía al intelecto del agente que había sido capaz de crear tal bello paraje. A nuestros ancestros se les prometió conocimiento a través del fruto del árbol de la ciencia.  En otras palabras, se les prometió poder. Y con el poder que se nos había otorgado dejamos de ser unas criaturas más en el Edén y pasamos a ser humanos. Las consecuencias de aquel acto irreversible fueron varias. Por una parte empezamos a ser conscientes de nuestra propia muerte y finitud, con ello nació la angustia existencial que nos apartaría de ahora en delante de la habilidad de gozar de la vida desde una perspectiva atemporal o eterna. Por otra parte, una vez siendo conscientes de que nunca más podríamos mantener las mismas relaciones con los demás habitantes del Edén, nos vimos arrojados a un mundo paralelo en el que tendríamos que sufrir para conseguir someter a las demás criaturas con el objetivo de perdurar en la existencia todo lo posible hasta vernos encarados a nuestro inevitable destino. Había llegado el pecado, la falta, el error, y había llegado de manos del poder. Un concepto al que tendríamos que recurrir constantemente en ese mundo paralelo producto del destierro divino, para no perecer. Dejamos el mundo natural y nos adentramos en el mundo cultural en el que esa promesa de conocimiento y poder que se nos había brindado sin advertirnos de las consecuencias, empezaría a tomar forma bajo la tríada de dinero, sexo y violencia.

Estos tres agentes han estado omnipresentes en las cúpulas de la élite y el poder, desde el inicio de “nuestros tiempos” hasta el día de hoy. Porque es precisamente en los círculos que ostentan el poder donde el dinero, sexo y violencia se cogen de la mano y hacen acto de presencia para no soltar nunca las riendas de nuestro mundo. La violencia y el sexo se articulan en enormes sumas de dinero en nuestro día a día. Los dos agentes son inherentes a delitos como el narcotráfico, la trata de blancas, la corrupción política, las peleas clandestinas, etc, etc, etc…… La creciente moda y negocio de peleas enmascaradas bajo forma de deporte que no hacen más que satisfacer los instintos de sed de sangre y sometimiento de una determinada audiencia son un claro ejemplo. El momento en el que los machos alfa se disponen a ofrecer una orgía de dolor y sangre ante el selecto público que ha apostado elevadas cantidades de dinero viene siempre precedido por un desfile de esculturales cuerpos y formas femeninas que con una sonrisa en la cara y ligeras de atuendos empiezan a hacer la boca agua de los asistentes a tal coliseo. La violencia, el sexo y el poder aparecen más o menos enmascaradas en cualquier campaña de marketing de cualquier producto que ofrezca, estatus y éxito. Da igual que lo que se venda sea un coche, una maquinilla de afeitar o un restaurante de moda. Da igual, ofrece chicas guapas y machos alfa, ofrece lujo, ofrece ser más que otros, y venderás. Venderás porque la gente hará cualquier cosa para edificar una ilusión que les haga escapar por lo menos momentáneamente de ese sin sentido que supone la vida post-paraíso en la que sabemos que en el fondo no somos nada. Así es y así ha sido siempre. Desde Roma hasta nuestros tiempos.

Viendo que la vorágine de corrupción y maldad lleva milenios narrándose pero nunca llega a su fin, cabe preguntarse si la maldad es realmente inherente al ser humano como han señalado varios autores. Aquí es necesario recurrir a la biografía de cada uno, ya que vida solo hay una, la propia, y ya que la historia del género humano es la historia al fin y al cabo de cada uno de nosotros. Haciendo tal ejercicio de memoria parece evidente que nuestro primer estado de existencia no era malo.  Nosotros también nacimos en un paraíso en el que no temíamos a la muerte, en el que todo era bello, en el que nuestros sentidos no estaban todavía “viciados” por la cultura, hecho que permitía experimentar cada ráfaga de viento, cada cambio de luz, cada bocanada de aire, con autentico gozo. Pero algún día salimos de este estado y nos fuimos introduciendo en lo social. Llegó la competencia, las peleas de patio, los celos (primero los sexuales y luego los profesionales), las envidias, las luchas por salarios y dinero, la contemplación de ciertos niveles de agresividad para lograr nuestros objetivos y poder garantizar unas condiciones “optimas” para nuestras familias. Y fue entonces, cuando nuestros sentidos se insensibilizaron frente al gozo que supone la vida.

El mundo actual es un lugar hostil para la mayoría de nosotros. Quizás sea el momento de plantearse frente a la carencia de alternativas, una vuelta momentánea al Paraíso. Un dejar de pensar en un futuro y pararse a disfrutar del único momento fácticamente real, el presente.  Un dejar de sobrexplotar el medio y un empezar a replantearse como recuperar el equilibrio con otras formas de vida compañeras de existencia. Un dejar de competir por llegar a una meta que nunca ha sido trazada y un pararse simplemente a contemplar la belleza.

Tal vez el resurgimiento de las esperanzas puestas en ciertos fármacos censurados durante décadas para volver a abrir ese estado perceptivo primogénito y devolver el gozo por vivir a enfermos terminales y pacientes con depresión sea un primer paso. Tal vez este escrito sea un primer intento. Tal vez cada una de nuestras intenciones ayude, a encontrar el camino de vuelta a ese lugar maravilloso que de momento solo se manifiesta en sueños. El camino de vuelta al Paraíso.


Comments (4)

  1. Del mito a la realidad, del subconsciente a la reflexión…”Salieron vestidos con pieles”, no ya con hojas como indicio de sabiduría y saber hacer ecológico. Todo mito propone la renovación y la harmonía del existir en un mundo siempre por inventar y descubrir.El mito del Paraíso escenifica el Nuevo Año orientado al Este comienzo de todo nuevo amanecer…la vida como el amor puede frente a la muerte y la catástrofe.

  2. … en la segunda frase ya meten la pata hasta la ingle, al usar incorrectamente la palabra “históricas”, pero si quieres jugamos… elucubraremos pues que el ser humano estaba ahí, rehén de su paraíso en lo que viene a ser la perfecta vida sin preocupaciones que le proporcionaba la píldora azul que le suministraba ese pérfido ente creador, para mantenerlo sojuzgado a su merced, asqueroso dictadorzuelo maniático ególatra, jugando a ser dios con su creación, que venía a ser su juguete… dios creador al que, envalentonado de manera sádica, pergeña un divertimento sádico en la forma de incitarle a probar el sabor de la libertad, enseñándole el cajón donde esconde sus secretos, la sabiduría y el conocimiento, algo a lo que tiene vedado a sus juguetes, no vayan a rebelarse e intentar hacerse sus iguales… pero gracias a la serpiente liberadora, que susurró al ser humano que podía ser libre, adquirir en conciencia más autonomía y capacidad de raciocinio, adquirir cordura y libre albedrío, … lo intentó… gracias a la serpiente, el ser humano tomó conciencia de sí mismo, y de los bárbaros experimentos que esa pérfida deidad liberticida había usado con nuestro género humano… y de allí nació lo que algunos llaman pecado, que no es sino la liberación de la Humanidad, a la manera del mito de Prometeo, que robó el fuego sagrado a los dioses para “alumbrar” a los humanos, “iluminarles”… “ilustrarles” en la Ilustración, en suma, liberarles del yugo de las obedientes creencias dogmáticas hacia ese dictador totalitario que es la deidad, celosa de su conocimiento, celosa de su sapiencia, celosa de que su creación se mantenga siempre muchos peldaños por debajo de su magnificencia… pero he aquí que la HUMANIDAD trató de liberarse del yugo opresor de la deidad, gracias a la voz de la conciencia que nos brindó, gracias serpiente, gracias iluminati, y desde entonces libramos ese arcano combate entre el ser humano y las estúpidas creencias, fantasías que algunos quieren que creamos para volver a controlarnos y jugar con nosotros… pero no, hemos de aferrarnos a la existencia de la píldora roja, la de la realidad, para evitar que nos intenten colar otra vez el soma de Huxley, o su equivalente adormecedor divino el “maná”, hemos de luchar cada día para continuar siendo humanos, aunque cueste, porque es nuestra naturaleza animal… en este panfleto leo que “”en el paraíso nuestros sentidos no estaban todavía “viciados” por la cultura””, identificando CULTURA como el peligro del que hay que abjurar… valiente memez, típica perorata de sacerdote/pastor/cura/chamán/hechicero/brujo iletrado que desea denigrar la pastilla roja porque entonces el juego de dios perdería su gracia… no cuenten conmigo para hacerme tragar a la fuerza su pastillita azul, prefiero mantenerme orgullosamente HUMANO y honrar así a Eva y la valentía que tuvo a abrir la ventana y ver lo que había más allá de su prisión…

  3. Crucifijos, levitaciones y bilis aparte, el relato simplemente utiliza el mito del Edén pero el objetivo es hablar de dos estados mentales contrapuestos. En lo que si vas bien encaminado es en lo de la píldora de Huxley. Te recomiendo que la pruebes. Esta semana hemos sabido que Canadá empezará a utilizar “píldoras de Huxley” para enfermos terminales, pacientes con depresión severa y personas con estrés post traumático. Si te interesa puedes ir pidiendo hora. Me gustaría dar rienda suelta a mi creatividad en esta respuesta pero no lo encuentro ni indispensable ni conveniente. Veo que el escrito a ti en particular te ha tocado el ALMA, y me doy por satisfecho.

  4. La serpiente no es “Don Veneno” ya que se regenera mudando su piel… por algo será tildado “Del más desnudo(fino) “arum” en Hebreo, de todos los animales”.Aprender de ésta.

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