Quien ama Menorca busca conocerla mejor, saber de su pasado, sus costumbres, sus rincones ocultos. Buena parte de todo esto aparece en los mapas antiguos. Tener alguno de ellos demuestra este interés por la Isla además de aportar un toque menorquín a la decoración del local o residencia.

Así lo entiende Menorca Infinita que ofrece reproducciones de alta calidad de mapas elaborados por  eminentes cartógrafos del siglo XVIII tanto a través de su tienda online como presencial en el centro de Es Mercadal. Hasta cuatro planos, de entre los años 1740 y 1778, están a la venta de uno de los periodos más interesantes de nuestra historia con las diferentes conquistas que sufrió Menorca por parte de las principales potencias navales de la época, Francia, España y Reino Unido.

El más antiguo de los mapas de Menorca es de 1757. Se trata de un grabado en cobre sobre dibujo de Jean de Beaurain. Era un cartógrafo especializado  en diseños de fortalezas y mapas. Así se puede constatar en   el bonito cartílago decorado que contiene una amplia descripción de la isla. En la parte inferior se encuentra una hermosa vista del territorio de Maó y del Fuerte San Felipe.

Fechado en 1760 aparece el segundo de los mapas de Menorca. Es un  grabado en cobre de Jacques Nicolas Bellin, cartógrafo jefe de la Marina Militar francesa y primer Ingénieur de la Marine del Depósito de mapas y planos de la Marina (la oficina hidrográfica francesa), fue nombrado oficial hidrógrafico del rey de Francia.

Bellin produjo una gran cantidad de gráficos y mapas y una serie de atlas del mar de todo el mundo. Estos mapas ganaron fama y respeto en toda Europa hasta el punto de que fueron reeditados durante todo el siglo XVIII e incluso en el siglo siguiente.

El siguiente mapa  es de 1778 y pertenece al cartógrafo Antonio Zatta. Es otro grabado en cobre. Zatta fue uno de los más importantes editores de mapas del siglo XVIII italiano. Su obra constituye un importante punto de paso entre la cartografía antigua y moderna, más atenta a la precisión de los detalles geográficos que al embellecimiento estético rico en motivos mitológicos o de invención, como era el de la época anterior.

Y si alguien quiere un plano que abarque a todo el archipiélago también dispone de una joya de 1740  realizado por Nicolas Bellin para el Conde de Maurepas en 1740. Incluye un espacio en el que se detalla el puerto de Maó y otro que muestra el Mediterráneo occidental en su conjunto.