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Nuevo apoyo a la producción local de carne en Menorca

Justicia Alimentaria fija sus esfuerzos en sensibilizar sobre el consumo de esta proteína

Comemos demasiada carne
Comemos demasiada carne
Y, por salud, deberíamos escoger carne de Menorca

Los datos de los que dispone la asociación Justicia Alimentaria muestran que consumimos en algunos casos entre seis y nueve veces más carne de lo que se podría estimar como dieta equilibrada. Desde luego se aleja mucho de la dieta mediterránea que sería la ideal.

En su informe Carne de Cañón, se indica que en nuestro país los datos avalan que hay una sobredimensión de la producción cárnica y que tiene efectos nocivos sobre el medio ambiente y sobre nuestra salud. La evolución del consumo de carnes por persona y año ha sido exponencial en unas pocas décadas pasando de una media de 5 kilos por persona y año de carnes (vacuno, cerdo, aves) hasta una media de 16 (datos de 1955 a 1975). Y ha seguido creciendo desde entonces.

De cada 10 kilos de carne producidas en España, 6,5 son de cerdo, 2,5 de pollo y uno de ternera.
Según el estudio sobre los flujos alimentarios de Menorca y la demanda pública de alimentos se puede destacar que de las 77.000 toneladas de alimentos que se estima que se consumen al año, sólo el 19% se satisface con la producción local. Todo lo demás viene de fuera.

Desde Justicia alimentaria quieren enfocar sus esfuerzos en darle la vuelta al hábito de comer carne que viene de fuera de la isla. Se trata de moderar el consumo y de escoger la producción de carne local que se basa en métodos no industrializados, más respetuosos con el medio ambiente y que apoyan la economía local.

El factor salud cuenta mucho en esta reflexión puesto que el abuso de consumo de carnes procesadas repercuten en un aumento de grasas insalubres, sal y productos que pueden desarrollar enfermedades como el cáncer de colon, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Comer carne (roja o no) es bueno, pero no el abuso.

Y el caso es que se está abusando mucho. Y al escoger la pieza que queremos llevarnos a casa guiados por su precio, muchas veces estamos llevándonos menos calidad en detrimento de nuestra salud. Por eso se quiere incidir en que es preferible escoger producción local de origen ecológico en lugar de variantes baratas, industrializadas y tratadas químicamente.


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