La sección segunda de la Audiencia de Palma ha condenado a dos años de prisión a un hombre por abuso sexual tras mantener relaciones con un menor de edad en Maó en 2017 cuando el adolescente tenía sólo 14 años de edad. Así lo han acordado tanto el fiscal como el abogado del acusado debido a una serie de circunstancias atenuantes.
Se constata que las relaciones fueron de mutuo acuerdo y que el ahora condenado nunca preguntó la edad al adolescente. Ambos concertaron una cita a través de una aplicación de citas y el joven acudió al domicilio del acusado. Este afirmó que no cuestionó la edad del joven debido a que la app en la que se conocieron era para adultos.
El acuerdo judicial impone al acusado una pena de dos años de prisión que queda en suspenso por un periodo de cuatro años siempre que no cometa ningún otro delito. También se le condena a cinco años de libertad vigilada. No podrá acercarse a 100 metros o contactar con el joven durante tres años. Le indemnizará con 2.000 euros y deberá participar en un curso de educación sexual. En un principio la acusación pedía tres años de cárcel.
El fiscal también ha tenido en cuenta que el acusado colaboró plenamente con la investigación y que se sintió muy abatido al saber la edad real del joven. Facilito voluntariamente un registro en su domicilio por lo que se tuvo en consideración los atenuantes de confesión y reparación del daño.
… definitivamente, este individuo no trabaja para la iglesia católica… de haber sido cura sacerdote, las autoridades vaticanas -que parecen ser las que se ocupan de estos casos en nuestro país, pues la justicia española se desinhibe siempre en favor de esa cosa rara que es el derecho canónigo, que los exculpa a todos- la iglesia digo, hubiese tapado todo el asunto, habrían hecho lo indecible para que no apareciera en los medios, le habrían reprendido, exigido propósito de enmienda y quizás cambiado de ciudad… y listo… y eso que este señor no ha violado con engaños y abuso de poder al menor, cosa que sí hacen los religiosos… lo dicho, dos varas muy distintas de medir… y lo peor es que la sociedad española mira para otro lado cuando es flagrante que la soberanía jurisdiccional del estado está en entredicho cuando vemos que la iglesia hace lo que quiere, escudada por esa aberración que es el concordato con eso que llaman la santa sede, y que no es sino un estado extranjero que viene a nuestra sociedad a pretender hacer su ley y que nos la traguemos con patatas…