Cada día que pasa se van sumando varios factores que devuelven la vida a las calles de las poblaciones y urbanizaciones de Menorca.
Por un lado el levantamiento parcial de restricciones horarias para el trabajo de la hostelería.
Antes incluso de ser oficial, los últimos cambios previstos en un toque de queda más pequeño (a partir de día 23 de mayo pasa a ser de las 24 horas a las 6 de la mañana) hacen que los clientes ajusten en lo posible ese límite horario.
El 100% de la zona exterior de los locales de restauración, aunque sea con solo 6 personas por mesa, devuelven estos días las imágenes de muchas personas llenando estos espacios. Los interiores de momento se quedan con solo la mitad de su aforo disponible.
Las grandes superficies ya aceptan el 100% de su aforo habitual.
Las reuniones sociales en exterior (incluyendo playas) es de 8 personas. Paralelamente está circulando más gente que viene de fuera de la isla, el incipiente primer turno de turistas que ya ha dejado a los primeros hoteles con su capacidad cerca del lleno completo.
Un ejemplo es el desarrollo de ciertos eventos como, por ejemplo, la Copa de la Reina de volei en Ciutadella, la Otso Trail Camí de Cavalls o Hats&Horses.
Finalmente está marcando el cambio la llegada de las altas temperaturas. En la última semana se ha alcanzado el pico en el mes de mayo en los termómetros. Aunque la sequía no ayuda en nada a ciertas actividades como la agricultura, en el caso del turismo está ofreciendo su mejor cara para que muchos se animen ya a darse un chapuzón.
Establecimientos de restauración que se mantenían a la espera del desarrollo de los acontecimientos para ver si abrían antes o después ya están en marcha. El año pasado hubo una porción considerable de negocios que no se atrevió a abrir para no arriesgarse a sacar poco o nada de provecho de una dudosa temporada pero este verano parece que el porcentaje de negocios cerrados va a ser mucho menor. Prima el optimismo.
