“Tenemos animales con problemas de salud, otros con problemas mentales, algunos son agresivos… Aquí tienen otra vida. La diferencia es que les damos amor y paciencia, y ahora están bien”. Sam Lake gestiona desde hace 5 años el “Trebaluger Equine Rescue Centre”, un refugio para caballos que ha ido creciendo y que se ha convertido en el nuevo hogar de ponys, burros y gatos.
Situado en Trebalúger, nació con el objetivo de dar cobijo a caballos en mal estado. Algunos había sido maltratados, otros estaban enfermos, o simplemente sus dueños no podían cuidarlos. “Cada animal tiene una historia diferente”, relata Lake. “Mi objetivo no era que esto creciera tanto, pero ahora tenemos 26 caballos, burros y hasta 14 gatos”.
El refugio vive de las donaciones y de los voluntarios. Y de la dedicación de Sam Lake, que después de su trabajo pasa a cuidar de los animales. “Este año sí que hemos tenido ayuda del Consell, aunque no mucha. Pero es cierto que ahora ya han entendido que hay un problema con el abandono de estos animales”.
El centro está abierto a todo el mundo. Han recibido visitas escolares y en las que los niños toman conciencia de cómo cuidar a los equinos. También los dan en adopción a familias interesadas, aunque no resulta sencillo: “Nadie quiere adoptar a este tipo de caballos, por eso los tengo yo. Hace dos semanas una familia inglesa sí que adoptó a dos burros que estaban bien de salud, pero no es lo habitual”.
Sam Lake explica que “cada semana recibo llamadas para recibir más animales, pero no podemos acoger más”. Lo cierto es que el “Trebaluger Equine Rescue Centre” ya se ha convertido en un símbolo de la lucha del mundo animal, en un centro en el que caballos, ponys, burros y gatos tienen una nueva vida. Una vida mejor.