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“¿Has aprendido algo en el Covid-19?”

Un artículo de Beatriz Vilas

Gente en el centro de Ciutadella (Foto: Cris Ruiz)
Gente en el centro de Ciutadella (Foto: Cris Ruiz)

Estos días parece que las calles están más repletas de gente y comienza a notarse el movimiento en los negocios, la hostelería y la industria en general.

Parece que, poco a poco, comenzamos a salir de esta pandemia que nos ha tenido sumidos en la soledad y la angustia durante 15 meses y que, poco a poco, nos devuelve la normalidad.

Este frío despertar asoma sus primeros rayos de luz tímidamente entre los visitantes a nuestras islas, y los lugareños adormecidos en sus hogares comienzan lentamente a volver a la normalidad.

No obstante, todavía no está todo el pescado vendido y el despertar de este duro letargo no está exento de miedos y de inseguridades.

En gran parte depende nuestra actitud ante este nuevo comienzo de lo que hayamos sido capaces de aprender en este frío invierno, que se ha prolongado 15 meses.

¿Has sido como un oso y te has quedado en casa sin hacer nada, adormilado y lamentándote de tu mala suerte? ¿O, por el contrario, has sido como el águila que vuela sin parar buscando siempre nuevos horizontes?

De tu actitud durante estos meses dependerá tu despertar en este momento.

¿Has aprovechado este regalo que nos ha dado la vida para reinventarte y crear la mejor versión de ti mismo? ¿O te has dedicado a lamentarte por las esquinas, pensando que todos los problemas venían solo a ti?

Si has sido de los que has aprovechado el tiempo y te has convertido en la mejor versión de ti mismo, estás de enhorabuena, ya que ahora es el momento de volver a empezar, más fuerte si cabe.

Como el águila que cambia su pelaje en el frío letargo del invierno, al llegar a una edad en la que ve que ya no le sirve el que tenía, tú puedes volver a cambiar el tuyo y volver a comenzar.

Pero si en este tiempo te has dedicado a lamentarte y no has avanzado personal, ni profesionalmente, y no has cambiado tu vida como debieras, entonces será complicado el salto a la nueva normalidad que debes de hacer.

Si necesitas ayuda, siempre puedes acudir a un experto que te acompañe en este trayecto, pero, solo o acompañado, haz el cambio que se espera de ti para poder avanzar.

Ya ha llegado el momento de dejar las lamentaciones atrás, las quejas constantes y las críticas a políticos y dirigentes que lo podían haber hecho mejor… ¡o no!

Ha llegado el momento de demostrarte a ti mismo que estás preparado para asumir los nuevos retos y para volver a empezar.

Ya no queda nada para la desescalada emocional, en la que tendrás que volver a reincorporarte a la nueva normalidad y demostrarte a ti mismo de qué pasta estás hecho.

Se acabó el tiempo de la espera; solo queda avanzar y no mirar hacia atrás, no vaya a ser que termines convertido en estatua de sal, como le ocurrió a Edith, la esposa de Lot, cuando escapaba de Sodoma, el mismo que en los últimos años se había instaurado entre nosotros en las calles y la pandemia ha cambiado.

De nosotros depende qué sociedad creemos a partir de ahora, y de ti, cómo vivas este tiempo de cambio, para avanzar en el desierto que tendrás que transitar a partir de ahora.

¡Tu eliges cómo hacerlo!


Comment

  1. … supongo que te das cuenta de que das la idea de ser como aquellas personas que afirmaban que el SIDA era un castigo de dios por los pecados de los homosexuales, o alguna memez por el estilo… insinuar en en penúltimo párrafo que vivíamos en una Sodoma y que la pandemia es un justo castigo divino para purgar a la Humanidad, es ya de traca… o eso o lo he entendido mal… usar las anécdotas del libro de cuentos milenario de los creyentes tiene esa cosa, que se acaba patinando más que los geos con el fairy en Barcelona… la pandemia no ha mejorado a la sociedad, la pandemia no ha sido ningún purgante que la sociedad necesitara para “mejorar”, la pandemia está siendo una mierda, y no la ha enviado tampoco ningún dios inexistente, y si existiese -que no- pues sería un malnacido, aunque los creyentes seguirían sin pedirle explicaciones, y pondrían cara de arrobo afirmando que algo malo habríamos hecho como sociedad… esos pensamientos son enfermizos, medievales, tercermundistas… Ganaremos a la pandemia nosotros solos, y volveremos a nuestra vida anterior más fuertes, a la normalidad anterior, que no estaba nada mal, cambiaremos alguna cosa, pero nunca le daremos ese crédito a la pandemia como si de un necesario revulsivo se tratase… a muerte con el virus, sólo los frikis le harían un monumento…

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