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“Govcoins”

Un artículo de José A. García Bustos

Imagen de Bitcoins.
Imagen de Bitcoins.

Las monedas digitales de los Bancos Centrales, conocidas hasta ahora como CDBC (Central Bank Digital Currencies), han mejorado significativamente su imagen. Se están preparando para llegar a las masas. Y qué mejor que aprovechar el tirón de otra moneda con un gran posicionamiento.

La revista ‘The Economist’ (propiedad de la familia Agnelli y de la familia Rothschild, siendo esta última, la familia más poderosa y rica del mundo aunque nunca aparezca en la lista Forbes) nos acaba de presentar la nueva moneda que regirá el mundo: la moneda de los gobiernos: Govcoin. En oposición a ella se encuentra bitcoin, la moneda de la gente, aunque, si me siguen, saben que me estoy refiriendo al auténtico bitcoin, porque BTC se encuentra controlada por Blockstream, empresa con familias poderosas detrás.

El descifrado de las portadas de la revista ‘The Economist’ merece un estudio aparte en su intención de darnos pistas para aventurar el futuro que nos viene y que, en gran parte, sus propietarios controlan y condicionan.

En la portada de la última publicación nos han presentado la moneda digital de los gobiernos, y en ella pueden verse detalles significativos que hacen traslucir cómo será, no solo nuestro sistema monetario futuro sino también el nuevo orden que intentan imponer. La han llamado Govcoin, la moneda de los gobiernos.

Tanto el diseño de la nueva moneda como el nombre recuerdan a bitcoin, apropiándose del tirón de su imagen de marca.

Señalando un claro avance hacia una sociedad laica, en lugar del In God we trust’ (‘En Dios confiamos’) que aparecía en los antiguos billetes de un dólar, la nueva moneda recoge ‘In tech we trust’, rindiéndose a la tecnología como base del nuevo paradigma y dejando paso a la otrora confianza en Dios. Toda una clara declaración de intenciones. Dios y las personas pasarán a segundo plano en pro de la tecnología dentro de este nuevo paradigma.

También muestran en el anverso de la moneda dos símbolos que dan pistas sobre lo que viene: el ojo que todo lo ve y una estructura que recuerda a un banco central. Desde esta institución nos controlarán todo, obviando intermediarios.

Sobre el ojo que todo lo ve (el ojo de la providencia) hay muchas teorías, más o menos conspiradoras, pero de lo que no parece haber duda es sobre la vigilancia a la que estamos y estaremos sometidos.

Sobre el banco central hay que decir que los Rothschild siempre han tenido el monopolio de los principales bancos centrales, es decir, sobre la creación del dinero, porque una de sus máximas era retener el poder sobre la creación del dinero en cada país, sin importar quien gobierne.

La creación de la Reserva Federal parece sacada de un thriller. Para poder salirse con la suya, se dice que los Rothschild eliminaron cualquier tipo de oposición. Entre ellos, el presidente Abraham Lincoln, asesinado, y a otros ricos que se opusieron, como Benjamin Guggenheim (el rey del cobre) o John Jacob Astor o Isidor Strauss. Los tres se hundieron misteriosamente en el Titanic un año antes de la creación de la Reserva Federal. Los creadores del Titanic no fueron al viaje inaugural. ¿Adivinan a qué se dedicaban? Eran banqueros en pro de la creación de la Reserva Federal. Su nombre: JP Morgan.

Biden acaba de presentar un presupuesto de seis billones americanos de dólares (6.000 millones europeos) para el año que viene. Será el nivel de gasto más elevado desde la Segunda Guerra Mundial. Eso para 2022, pero la propuesta es ir creciendo anualmente hasta alcanzar los 8,2 billones americanos el año 2031.

Parece que la idea es que el dinero fiat vaya diluyéndose y perdiendo valor con la inundación de monedas en los mercados. La Reserva Federal seguirá creando dinero de la nada y cobrando intereses por él. Nuestro dinero, si no se pone en marcha y se queda inmóvil, pasará a valer menos.

En algún momento próximo se cambiarán los dólares en billetes por dólares digitales, emitidos por el banco central (Govcoins), y a través del ojo que todo lo ve conocerán todos nuestros movimientos de dinero: cuánto gastamos, dónde lo hacemos, cuánto ahorramos y pagaremos a Hacienda en cada transacción. No será porque no nos están avisando.

Eso conociendo el anverso de la moneda. Agárrense cuando muestren el reverso.


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