Juan Andrés Perelló Rodríguez es el embajador delegado permanente de España ante la UNESCO desde el año 2018. Como tal, tendrá la responsabilidad de defender la candidatura de Menorca Talayótica frente al Comité del Patrimonio Mundial previsto en Kazán (Rusia) el verano de 2022. Ese será el momento clave, cuando se decidirá si Menorca entra a formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Con motivo de la visita del embajador de la UNESCO a Menorca esta semana la candidatura Menorca Patrimonio Mundial le ha realizado una entrevista de la que publicamos un extracto.
¿Cuál era el objetivo marcado para esta visita?
El objetivo era conciliar el material que tenemos del expediente, de lo que es el relato estructurado sobre el papel, con la realidad. A la hora de defender una candidatura, por más conocimiento que tengas a distancia, no es lo mismo que palpar el sitio y vivirlo. Partimos de que es una candidatura que se ha trabajado mucho, que tiene mucha solidez. A pesar de eso, el órgano evaluador es imprevisible, tiene una exigencia muy alta con cualquier candidatura española porque jugamos en la primera liga del Patrimonio Mundial. Pero tengo mucha esperanza en que el trabajo inmenso que se ha hecho con esta candidatura dé sus frutos.
¿Qué valoración hace de la candidatura después de visitar los yacimientos y paisajes asociados más destacados?
Uno puede encontrar restos prehistóricos en muchas partes del mundo, pero aquí hay singularidades que sustentan muy bien el carácter excepcional y universal que exige la UNESCO. Incluso con la proximidad de otras islas donde pueden haber elementos prehistóricos, pero no tan singulares y diferenciales como los que tenemos en Menorca. Los talayots, por ejemplo, que son tan diferentes a los de Mallorca. Por tanto, esos dos grandes puntos de exigencia se recogen muy bien. Incluso en la Lista de Patrimonio Mundial actual, lo que es la cultura prehistórica no está demasiado representada, por tanto, Menorca Talayótica vendría a llenar un hueco en ese espacio.
Usted comentaba que España juega en la primera división del Patrimonio Mundial, ya que es uno de los tres países del mundo con más bienes inscritos en la Lista. ¿Cómo puede afectar eso a la candidatura?
Somos el tercer país del mundo con más bienes inscritos, compitiendo con China e Italia, uno por su envergadura territorial y otro por su historia. Eso hace que sean más exigentes con nosotros, pero también nos singulariza desde el punto de vista de la experiencia. Un país que tiene mucho patrimonio es porque tiene mucho que enseñar y porque sabe trabajarlo. Tenemos una gran competencia patrimonial. Nosotros tenemos plena confianza tanto en nuestros equipos, como en el personal que está trabajando la candidatura en Menorca.
¿Y qué puede suponer para Menorca un reconocimiento de este tipo?
Menorca ya tiene mucha fama por su respeto al territorio, sus esfuerzos en sostenibilidad, pero esto te coloca en otro foco. No es lo mismo que mucha gente del mundo conozca Menorca, que Menorca sea patrimonio del mundo y ponga el foco en la isla. Hay mucho fetichismo turístico entorno al patrimonio, mucha gente que viaja con esta motivación. Supone una puerta más al reconocimiento internacional. Y de paso, una colaboración implícita con la misión de paz de la UNESCO, porque cada Patrimonio Mundial que se nombra implica que vamos haciendo comuna internacional para conservarlo, ya no es una responsabilidad local o individual, sino mundial. Y la mejor forma para conservar el patrimonio es que no haya guerras, por tanto, así se colabora indirectamente con la misión de construcción de la paz de la UNESCO.