¿Nota nervios en la izquierda?
Sí, hay nervios y falta de estrategia. Empezaron con la sorpresa, luego sacaron a Bauzá –un ataque cruel hacia su socio estratégico de Gobierno y quien le garantiza las mayorías, que es Ciudadanos- y después siguieron con la corrupción, algo que no voy a permitir porque se insulta a los más de 20.000 afiliados de este partido, hombres y mujeres honrados de todas las edades y municipios. Luego ha venido el ataque de hoy (por ayer) a cuenta de nuestro acto del sábado que estaba totalmente permitido y cumplió todas las normas. Entiendo que se pongan nerviosos porque evidenciamos una unidad y una ilusión que no les va bien, en el acto del sábado se respiró cambio. Yo salí de ahí convencida de que ha comenzado la cuenta atrás de Armengol y eso lo saben en el Consolat.
En nuestro acto del sábado se evidenció una unidad y una ilusión que no le va bien a la izquierda: se respiró cambio
La última encuesta interna que manejaba el PP no recogía el ‘efecto Prohens’ y aún así aventajaban al PSIB. ¿Cree que su figura sería un revulsivo aún mayor? ¿Se ve en el Consolat?
Sí, me veo en el Consolat y al PP volviendo a las principales instituciones, tanto el Consell de Mallorca como el ayuntamiento de Palma. Es un caos de gestión. Aunque digan que los resultados de Madrid no son extrapolables saben de sobra que en política hay tendencias y cambios de ciclo muy difíciles de parar, y eso es exactamente lo que está pasando: un cambio de ciclo, especialmente en Balears. Los últimos datos del paro, por ejemplo, muestran que es una de las cinco comunidades autónomas que sigue enviando gente al paro, el resto ya no. Es evidente que el Consolat no ha sabido leer ni entender el hartazgo de la gente en la calle, que esto no va de ser de izquierdas o de derechas. Por eso, estoy convencida de que el proyecto que va a salir del próximo congreso regional del PP va a convencer a mucha gente que nunca ha votado al PP o que votó en su momento y se fueron. Muchos se unirán a nuestro ‘basta’ a que nos arruinen, a que nos coarten nuestras libertades, a que nos pongan normas y luego ellos se las salten, como Armengol con el Hat Bar.
Ayuso absorbió votantes de otros partidos, empezando por el PSOE. ¿Usted también se ve acogiendo votantes socialistas?
Puntualizar que aquí lo que tenemos es un partido socialista que renunció a sus siglas hace mucho. A día de hoy, es un partido sanchista y ese sanchismo que abandera Francina Armengol tiene los días contados. La soberbia, la arrogancia, la improvisación y las prohibiciones por no gestionar se van a pagar. Yo no digo que gestionar esta pandemia sea fácil -de hecho es muy complicado- pero ellos lo que han hecho es prohibir sin criterio, sin hablar a los ciudadanos como adultos, sin un plan de desescalada sólido y razonable. No quiero vender un mensaje de confrontación, la gente está cansada de eso, pero creo que el cansancio pandémico, el pesimismo y tristeza que atravesamos se tiene que recoger en un proyecto nuevo, que sea de convivencia, que sea de sumar, que sea de fuerza.
El Consolat no ha sabido leer ni entender el hartazgo de la gente en la calle, sólo de propaganda e ideología no se puede gobernar
¿La figura de Francina Armengol está agotada?
Totalmente agotada. Armengol ha perdido toda la autoridad porque con el episodio del Hat Bar ha demostrado que no ha predicado con el ejemplo. Así es imposible insuflar confianza e ilusión y más en un momento como este.
Si ganase las elecciones y tuviese que sentarse a negociar con otros partidos, ¿cómo sería el pacto con Vox, Ciudadanos o El Pi?
Salvando las distancias con Madrid -porque estas islas son otra cosa- lo que ha quedado claro es que el PP es el único proyecto de centroderecha que no necesita los votos de nadie. No me presento para necesitar el apoyo de nadie.Yo me considero una mujer libre y quiero liderar un proyecto libre, de amplias mayorías que ya ha conocido el PP no hace mucho en esta tierra.
La lengua, por ejemplo, ¿sería una línea roja con Vox?
Hay partidos, como ellos, que necesitan de mi confrontación y que yo entre en según qué debates. No es lo que necesita la sociedad ni lo que se espera del PP. Nuestro proyecto es hablar a las 100.000 personas que están en paro, a los que sufren a esta izquierda rancia que nos dice cómo tenemos que vivir nuestra vida privada, cómo tenemos que escolarizar a nuestros niños, cómo tenemos que comportarnos, dónde tenemos que ir, etc. Queremos darle un proyecto de libertad, que acarrea responsabilidad. Eso es algo que me enseñaron en casa desde pequeña.
Mi proyecto de PP es de amplias mayorías, no me presento para necesitar a nadie
Quedan dos años para las elecciones de 2023. Dos años en los que puede haber sorpresas e incluso juego sucio. ¿Ustedes juegan todo a la solución económica –que es ahora lo más urgente- para convencer al electorado?
La economía es fundamental pero yo también quiero liderar un proyecto ideológico y social. Ya le digo que el PP no va a dar por perdidas ninguna de las banderas de las que se pretende adueñar la izquierda. Que se vayan olvidando de abanderar las políticas sociales, las de igualdad, las del cambio climático porque vamos a estar ahí y eso se verá en el congreso del 24 de julio. Ahí se escribrá la letra pequeña no sólo del próximo PP sino del próximo Govern.
Y sobre lo que comentaba de una campaña sucia, decirle que estoy preparada para todo. Conozco a esta izquierda y sus armas y ya les digo que en esos barros no me van a encontrar. En cualquier caso, si por criticarme a mí y centrarse en mí dejan de perseguir a los empresarios, ya me va bien.
Aspiro a liderar un proyecto económico pero también ideológico social. Que la izquierda se olvide de adueñarse de las políticas sociales, de igualdad o de lucha contra el cambio climático
No me ha contestado a cuál sería su hoja de ruta para la recuperación económica. Balears es la comunidad más golpeada por la crisis del coronavirus.
Repito que esto saldrá del congreso de julio pero lo que está claro es que el futuro pasa por hacer justo lo contrario de lo que ha hecho Armengol. Por su nefasta gestión tenemos los datos de paro y las listas de pobreza que manejamos. En Palma, por poner un ejemplo, la renta básica ya está llegando a clase media. Deberían dejar de contar árboles y empezar a contar familias arruinadas. Deberían aparcar tanta propaganda y ponerse a gestionar de verdad lo que necesita la ciudad. Las galerías son un claro ejemplo: han tenido años para solucionarlo y miren cómo están.
Ha reconocido que gestionar esta pandemia no es tarea fácil. ¿Qué es lo que le echa en cara al Govern Armengol en el ámbito de la hostelería?
Las improvisaciones. Decir por la mañana que los hosteleros tenían que comprar purificadores de aire o que tenían que tomar medidas sanitarias y después no dejarles abrir. O permitírselo con unos aforos u horarios partidos inasumibles. Han puesto reglas sin escuchar al sector y criminalizándoles mientras las fiestas en casas y botellones han continuado. Mire, a mí estos días me han estado caricaturizando sirviendo cañas. Pues a mucha honra. Mis abuelos tuvieron toda la vida un bar en Campos y estoy muy orgullosa de ello.
Armengol es una acomplejada de Catalunya, está siempre mirando a Catalunya
Usted es diputada en el Congreso, no juega en casa pero puede interpelar al Gobierno de Sánchez. ¿Eso ofrece ventajas para su proyecto en Balears?
Sería una desventaja si fuera un proyecto personalista, que no lo es. Entiendo que a las que funcionan así y llevan años ancladas en su proyecto personal les cueste entenderlo, pero esto es un trabajo de equipo y yo me fío totalmente de los diputados del PP en el Parlament, de los consellers en el Consell y de los regidores en Cort, además del resto de instituciones.
Yo he debatido muchas veces con Armengol y me consta que ella necesita la confrontación directa, necesita el barro, la crispación. Por tanto es ella la que lo va a ver como un inconveniente porque no va a tener de eso y sin embargo yo sí voy a poder estar en lo importante: defendiendo los intereses de Balears, lo que ella no hace. No la oigo quejarse ante Sánchez por que estas islas sean el último territorio en vacunación o por el hachazo que nos han metido con los pactos sucesorios. No la he oído decir con orgullo, como hago yo en el Congreso, que somos una comunidad turística y que por tanto, su vicepresidente Yllanes tiene que ser reprendido por sus palabras ofensivas al sector. Le puede más la turismofobia.
Aprovecho y aprovecharé mi escaño en el Congreso para defender ante el Gobierno los intereses de Balears, justo lo que no hace Armengol
¿Cree que los indultos que prepara el Gobierno a los condenados por el Procés le va a pasar factura al PSOE?
Sí, porque aquí no se ha judicializado ninguna idea, aquí se ha condenado delitos. Las normas y las leyes están para que las cumplamos todos pero es evidente, como algunos diputados socialistas ya están diciendo, que esto no son indultos sino el peaje que ha de pagar un Gobierno débil ante los independentistas para sacar adelante votaciones.
¿Y a Armengol? ¿Le pasará factura?
Seguro. La gente está muy harta de tantos complejos de Armengol con Catalunya. Mucho me critican a mí por Madrid pero es ella la que está acomplejada con Catalunya.