Música a un volumen altísimo, risas y gritos, se concentran en las noches de los fines de semana en el pequeño parque de la calle Sínia Costabella en Maó. Los vecinos de la zona avisan a la Policía pero normalmente la fiesta continúa. Este lugar, escondido entre árboles, se ha convertido en el nuevo centro de los “botellones” en Maó para disgusto del vecindario que “soporta” la fiesta hasta altas horas de la noche. Las imágenes que mostramos son de tres días después del último “botellón” y aún se pueden ver los residuos que dejan en la zona. Un lugar acogedor y verde que está empezando a degradarse rápidamente. Además, algunas zonas colindantes también sufren la “fiesta”, como el pipican cercano que el pasado fin de semana recibió a sus usuarios con la puerta de acceso “reventada” debido a los actos vandálicos de estos grupos. Los vecinos piden que la Policía vigile la zona y evite las aglomeraciones que se forman el fin de semana con el consiguiente deterioro de la convivencia. Es la alta música, el ruido, la basura que dejan, los desperfectos que provocan,… y los vecinos se preguntan “¿hasta cuándo?”.
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