Muchas veces, cuando pensamos en el negocio de Amazon, sólo vemos una máquina de hacer dinero, o bien las críticas a las condiciones de trabajo de sus empleados. Hoy no trataremos ni una, ni la otra, pero sí de las cifras que se mueven alrededor de algo imprescindible para el buen funcionamiento de cualquier negocio en línea: la seguridad de que el cliente tiene comprando.
Porque si las cifras de negocio en Amazon son mastodónticas, no lo es menos la inversión en recursos y dinero que el gigante estadounidense debe hacer para prevenir que sus clientes sean estafados. Y es que sólo el año pasado, los falsificadores y estafadores intentaron vender hasta dos millones de productos falsos a los clientes de la compañía.
Amazon es un marketplace, una especie de centro comercial en línea. Si en un centro comercial, cualquiera que pague una cuota mensual por un espacio, tiene derecho a montar su tienda, en Amazon también podemos poner a la venta nuestros productos.
Sí, evidentemente hay filtros, pero también pueden superarse con productos legítimos esperando a estafar una vez los empleados de Jeff Bezos nos haya dado luz verde para empezar a comerciar en sus páginas. Esto, desgraciadamente, es algo que ni Amazon, ni nadie, podrán evitar nunca.
Recientemente, Amazon hacía público su informe anual de protección de la marca (Brand Protection Report), el cual hace referencia al año 2020, y donde se detallan estas cifras de la lucha contra el fraude en sus páginas.
Hasta 10.000 personas trabajan en el área de seguridad por el comprador de Amazon, el cual tiene un presupuesto de 700 millones de dólares. Los estafadores intentaron crear hasta 6 millones de cuentas falsas, que son los que pudieron eliminar a tiempo los equipos de limpieza de la multinacional.
Sólo un 6% de todos los intentos hechos por los estafadores, llegaron a mostrar productos en las páginas de Amazon, mientras que la compañía detectaba y retiraba hasta dos millones de productos falsos que habían llegado a sus almacenes. En consecuencia, estos productos, fueron destruidos por la compañía para evitar que volvieran a entrar en la cadena de suministro.
Gracias a este ingente esfuerzo, durante 2020, sólo un 0,01% de los productos vendidos en Amazon estuvieron sujetos a quejas y demandas por parte de los clientes de la compañía.
.- Este es un artículo de tecnonews.info y AMIC para Menorcaaldia.com