Los británicos ya podrán volar a Menorca sin restricciones ni tener que guardar cuarentenas a su regreso. Pero la apertura del primer mercado emisor exterior para Menorca tiene también otros aspectos a tener en cuenta. El primero es la volatilidad que genera la propia pandemia.
El menorquín Pau Obrador, profesor de turismo en la Universidad de Newcastle, señala que la lista de destinos permitidos por la lista verde son limitados. Menorca está a relativa poca distancia y tendrá menos competidores este verano para las vacaciones de los súbditos de su Majestad. Para el sector turístico de Menorca, aunque supone un alivio saber que tendrán finalmente a su cliente inglés, saben que las buenas noticias llegan con retraso y que todo es muy volátil en estos tiempos debido a la pandemia. Un brote que motive la salida de Menorca de la zona verde podría conllevar la salida en tropel de los turistas
Paralelamente, la campaña para incentivar el turismo interno en Gran Bretaña continúa y está funcionando; muchas personas prefieren no gastar en unas vacaciones que son más costosas y que penden del hilo de la incertidumbre por si algo se tuerce, como un repentino brote en el destino de vacaciones.
La situación en el Reino Unido al respecto es muy compleja. Por un lado, las compañías aéreas estuvieron presionando, además de touroperadores y sector turístico español, para que se ampliara la lista verde de Boris Johnson y se incluyera a Menorca. Las expectativas de que el inicio de junio e incluso mayo (tradicionalmente cuando despega la temporada) fueran las fechas donde todo volviera a ponerse en marcha, se enfriaron con la prudencia y las restricciones inglesas. Los datos de la incidencia del COVID llegaron pronto a ser mejores en Menorca que en Gran Bretaña pero la obligatoriedad de cuarentena, los precios de las pruebas obligatorias y las propias restricciones no permitieron viajar a todo el que quería venir a Menorca desde Inglaterra.
Aún hoy es obligatorio hacer un test antes y después de las vacaciones, lo que supone un sobrecoste.
Pero tampoco escapa a nadie que el Gobierno británico ha gastado miles de millones de libras en el sector turístico y Boris Johnson vería con buenos ojos que gran parte de sus compatriotas gastase su dinero destinado a vacaciones dentro de sus fronteras. A esta situación hay que añadir la intención de Londres de marcar firmeza con el tema Brexit ante el resto de Europa.
A todo esto hay que añadirle un último factor. Las medidas son las que son, pero dar un paso atrás según cambien las circunstancias es como una espada de Damocles que cuelga sobre la cabeza de los turistas. Los casos de la variante Delta han aumentado mucho en Gran Bretaña y, aunque no es peor, sí se transmite mucho más rápido.
Que uno de cada tres españoles aún no esté vacunado hace que la prioridad para ambos estados es cumplir con la pauta completa para la mayor parte de los ciudadanos.
Que riesgos? Los riesgos son que vengan “niñatos” de otras comunidades autónomas o de mallorca y no respeten las normas… Si este individuo lo dice por lo de la variante delta, que sepa que hace tiempo ya que circula por las islas, además la vacunación para algo debe servir…