La Comisión Europea ha propuesto una nueva iniciativa, la cual consiste en la creación de una identidad digital disponible para todos los ciudadanos de los Estados miembros, residentes, y empresas.
Esta identidad, que se materializará en forma de una ‘cartera’ (en inglés, wallet) para el teléfono móvil, será expedida por las respectivas autoridades nacionales y reconocida en cualquiera de los Estados miembros de la Unión Europea.
Su uso será opcional para los ciudadanos que, gracias a esta identidad, podrán utilizar servicios en línea sin tener que recurrir a identificaciones desarrolladas exclusivamente por empresas privadas, y controlando en todo momento qué datos comparten y con quién.
Según la Comisión Europea, las plataformas en línea de gran tamaño estarán obligadas a aceptar la nueva identidad europea y la cartera que le acompañará para realizar identificaciones y pagos, aunque no ha ido más allá para especificar hasta qué punto considera una plataforma como ‘grande’.
La identificación digital quedará vinculada a la identificación nacional del poseedor y en otros documentos, como el permiso de conducir.
Entre los trámites que debería permitir llevar a cabo de manera cómoda desde nuestro dispositivo móvil se encuentran cosas como abrir una cuenta bancaria en cualquier país de Europa, alquilar un piso, o compartir documentación electrónica. También para la realización de trámites oficiales con la administración de cualquier país y probar la identidad personal en circunstancias que así sea requerido ante las autoridades pertinentes.
También las empresas, como entidades jurídicas, podrán disponer de identidad digital para la realización de trámites ante las autoridades pertinentes.
Aunque no podemos disfrutar de esta identidad digital; a partir de ahora, la Comisión Europea comenzará a trabajar con los diferentes estados miembro para acordar, como máximo en septiembre de 2022, una caja de herramientas (toolbox) común que incluya la definición técnica de la arquitectura de esta identidad digital, los estándares que debe cumplir, las guías de uso, y consejos sobre las mejores prácticas.
En paralelo a este trabajo técnico, también se desarrollará la legislación que debe acompañar a la introducción de la identidad digital.
Por lo tanto, en algún momento a partir de septiembre de 2022, tendremos una identidad digital ligada a la nacional de cada estado, pero válida para la realización de trámites en toda Europa, como un paso más en la consolidación de esta Unión . Lo que queda en el aire es cómo se materializará exactamente técnicamente esta identidad, y si podrá permitir hacer algo más, o hará algo menos de lo prometido. Esto ya depende más de la política que de la tecnología.
.-Este es un artículo de tecnonews.info y AMIC para Menorcaaldia.com