Con la llegada de la pandemia aumentó el interés por la calidad del aire que respiramos. Los aerosoles, esas partículas que pueden llevar consigo al virus del COVID, viajan por el aire. Esa es una de las enseñanzas que nos queda de esta enfermedad y, al mismo tiempo, es un elemento que ha motivado que encontremos en el mercado una mayor cantidad de detectores de calidad del aire.
El medidor de calidad del aire, es un dispositivo que mide de forma continua la presencia de partículas PM2,5 en el puesto de trabajo o en cualquier espacio del que queramos conocer estos indicadores. Además de la medición de partículas PM2,5, el medidor típico de calidad del aire también indica la temperatura y humedad del aire.
Este tipo de aparatos mide la concentración másica, el formaldehído y el TVOC, entre otros. Están diseñados para medir en interiores y ayudar a cumplir con las normas y restricciones que se imponen con el COVID. Saber que hay un entorno de cantidad de aire renovado genera mucha tranquilidad frente al miedo al contagio.
El medidor de calidad de aire mide concentraciones de polvo con tamaño PM 2.5 y PM 10. Los valores de medición del medidor de calidad de aire se indican en una pantalla y así se puede hacer un seguimiento de las partículas de polvo respirables que se pueden posar en los pulmones y dañarlos.
Pero más allá de los nuevos detectores, no deberíamos olvidarnos de un mínimo mantenimiento de equipos como aires acondicionados, tanto en los hogares y oficinas como en nuestro vehículo.
Por ejemplo, en nuestro coche deberemos localizar el filtro de aire. Normalmente es bastante sencillo de ver y además está indicado en el propio manual de tu vehículo. Extraeremos el filtro del aire, lo golpeamos varias veces de manera suave en el suelo para que se despegue el polvo acumulado. También podemos pasar una aspiradora por los dos lados del filtro de aire. A continuación volveremos a instalar el filtro de aire.
Solo es recomendable hacer esto en aquellos casos en los que no han pasado los kilómetros necesarios para la sustitución del filtro de aire y con esta limpieza lo que conseguimos es que la calidad de filtrado sea mejor durante toda la vida útil del mismo.
Para limpiar los filtros en un aparato de aire acondicionado split, sólo tienes que desmontar los filtros y enjuagarlos con agua templada. Puedes frotarlos ligeramente con las manos para desprender la suciedad más resistente, utilizar un jabón blando e incluso utilizar un cepillo suave. Nunca utilices productos abrasivos para la limpieza de los filtros porque podrías estropearlos. Tampoco es recomendable un cepillo de cerdas duras que podría producir agujeros en el tejido. Una vez limpios, déjalos secar al aire hasta que estén totalmente secos y seguidamente colócalos de nuevo en el aire acondicionado.
Estos filtros están habitualmente en la parte frontal del mismo equipo interior, bastará solo con levantar con cuidado la parte frontal del mismo para localizar los filtros. De nuevo, en el manual del aparato obtendrás la información necesaria para hacerlo. Con un sencillo mantenimiento periódico, la calidad del aire que respires tú y los tuyos será mucho mejor, más saludable.