Tres nuevos radares pedagógicos instalados en el núcleo urbano de Sant Lluís informan a los conductores de la velocidad a la que circulan y comprueban si esta se ajusta a las limitaciones vigentes en cada tramo. Uno, se ha instalado en la zona escolar, junto a las pistas de pádel, con el objetivo de reducir la velocidad a la que circulan los vehículos en una zona con mucha presencia de personas. En este caso, la velocidad máxima permitida para los vehículos es de 30 km/h. Hay dos radares más en la Avinguda de sa Pau, una vía donde la velocidad máxima de circulación es de 40 km/h.
Los radares pedagógicos indican la velocidad a la que circula cada vehículo. En caso de que ésta sea inferior a la máxima permitida, el número se muestra en color verde. Si el conductor supera la velocidad máxima permitida, el número se muestra en el radar con color rojo, e incluso se muestra una señal de alerta en algunos casos.
Estos tres radares se suman al que se instaló en la entrada de la calle Sant Lluís, en un tramo donde la velocidad máxima es de 20 km/h.
Con estos radares el Ayuntamiento de Sant Lluís pretende que los conductores tomen mayor conciencia de la velocidad máxima permitida en cada tramo del núcleo urbano y así pacificar la circulación.