Hoy, el país entra en una nueva fase con el final de la mayoría de las restricciones internas. El Gobierno de Reino Unido sigue manteniendo a España, incluyendo a Baleares, en semáforo ámbar, lo que implica que los nacionales que viajen a nuestro país deberán hacer cuarentena, excepto los que hayan recibido la pauta de vacunación completa. Igualmente, deberán hacerse dos pruebas de detección del COVID antes y después del viaje.
Desde que el ejecutivo de Boris Johnson anunciara esta nueva medida que entra hoy en vigor, las reservas de británicos para viajar a España han subido un 400%, según la Asociación de Líneas Aéreas (ALA). A pesar de ello, los principales touroperadores en el Reino Unido han criticado la “falta de criterios transparentes” por parte del gobierno británico a la hora de plantear las restricciones que afectan a quienes quieran viajar fuera del país y su preocupación ante la incertidumbre de un escenario tan volátil. Tanto TUI como Abta consideran decepcionante el retorno a la lista ámbar de Baleares o el hecho que desde este lunes se obligue a los turistas que procedan de Francia a seguir guardando una cuarentena de diez días aunque estén totalmente vacunados. Hasta el pasado 14 de julio, Baleares estaba en el semáforo verde.
Para el portavoz del Govern balear y conseller de Turismo, Iago Negueruela, el paso al ámbar no supone en principio un perjuicio, ya que la nueva medida del gobierno británico se traducirá en viajeros inmunizados y grupos de familias con menores, un tipo de turismo que interesa a Baleares. El propio Boris Johnson reclamó la semana pasada máxima cautela a sus conciudadanos, ya que aunque un 70 por ciento de los adultos del Reino Unido tiene al menos una dosis de la vacuna, el incremento de contagios ocasionados por la variante Delta sigue al alza.
