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Contra el COVID: espacios con aire puro

¿Qué elementos flotan en el ambiente que pueden afectar a nuestra salud y cómo prevenir su presencia?

Los virus viajan por el aire que no está limpio
Los virus viajan por el aire que no está limpio
Mascarillas al aire / PIXABAY

Una de las enseñanzas que nos deja la era pandémica es la de entender que los contagios del virus viaja en el aire que respiramos. Los aerosoles que se desprenden de nuestra boca y nariz mientras hablamos, tosemos o estornudamos pueden ser los responsables de adquirir o no la enfermedad.

El interés que hemos demostrado en respirar un aire lo más puro posible ha permitido el desarrollo de dispositivos que filtran el aire de estancias cerradas con más eficacia que antes. El tamaño de las partículas que flotan en el aire son tan pequeñas que no se aprecian por el ojo humano a simple vista. Los aparatos más modernos ofrecen varios sistemas de filtración, lo que garantiza que sustancias que se encuentran habitualmente en el aire, como ácaros de polvo, polen y contaminantes hasta un tamaño de 0,3 micrones (un micrón es una milésima parte de un milímetro). Un filtro más convencional suele atrapar polvo en suspensión, moho y hongos pero los nuevos filtros tiene la capacidad de capturar un porcentaje superior al 99% de otros elementos en suspensión. Con la incorporación de un filtro de carbón activo se consiguen unos resultados óptimos en el caudal del aire saliente e incluso la eliminación de olores y eso da tranquilidad a quien respira puesto que es muchísimo más difícil que se propague el contagio de COVID o de otras enfermedades que puedan flotar en el aire.

Los actuales aparatos pueden procesar espacios de más de 40 metros cuadrados sin problema, ideal para hogar o oficinas y tienen varias velocidades de trabajo según el número de personas que se encuentren en ese espacio.

Otra incorporación a destacar de la tecnología que hay disponible en el mercado son los aparatos que, además de limpiar el aire, dan información en tiempo real de la calidad del aire. En zonas donde se realizan actos públicos es fácil encontrarlos y ayudan a garantizar el buen estado del aire de una sala en concreto. El Ateneo de Maó, por ejemplo, tiene un dispositivo así que da tranquilidad a los que acuden a sus actos.

Las partículas que se encuentran en el aire se clasifican por su tamaño (gruesas como arena o polvo, finas como polen o moho y ultrafinas como las partículas procedentes de la combustión, compuestos orgánicos, metales, etc)


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