Todo el pescado que se captura se vende y se está pudiendo cubrir toda la demanda que se incrementa en verano. Así lo asegura el presidente de la cofradía de Maó, Pito Quintana. Este hecho no es baladí ya que el pasado verano llegó a ser imposible cubrir todas las peticiones ya que la llegada masiva de turismo de alto nivel agotó las existencias de langosta para calderetas.
Quintana no prevé que esto ocurra este verano, aunque el otro producto estrella del mar, la gamba, sí que ha generado algún problema. En los últimos días este marisco ha escaseado. “Es algo que ocurre, a veces, por esta época y que dura un par de semanas en las que no se capturan, pero volverán” explica Quintana.
Sobre lo ocurrido con las langostas el año pasado, el representante de la cofradía de pescadores explica que “el 10 de agosto de 2020 no quedaba ninguna langosta. No creo que esto vuelva a pasar. Por ahora estamos pudiendo servir todos los pedidos”
Esta misma semana el Govern publicaba un estudio sobre como las reservas marinas en la Isla habían permitido aumentar en un 75% la biomasa en aguas de la superficie. El informe también indicaba que se había detectado una recuperación de las especies de poco interés gastronómico, pero no en las más apreciadas por los pescadores para su venta. Quintana salió al paso al afirmar que estas especies también habían incrementado su cantidad, pero “las captura quien no debe y no las declara. Por ello parece que haya menos, pero no es cierto”.