La mina de cobre de Sa Mitja Lluna es un yacimiento de especial interés, no solo por su excelente estado de conservación, sino también por ser actualmente la única explotación minera prehistórica documentada en las Islas Baleares y una de las pocas excavadas en el Sur de Europa.
La mina está ubicada en Isla de Colom, una pequeña isla de 582.706 m² de superficie situada en el este de Menorca. La excepcionalidad del yacimiento lo ha convertido en un
elemento clave dentro de la candidatura a patrimonio mundial de la UNESCO.
Las dataciones radiocarbónicas han permitido constatar que se trata de una explotación de la edad del bronce, con una cronología que va desde el 1700 a. C. hasta el 900 a. C. aproximadamente. Las campañas de la excavación realizadas hasta ahora no han revelado de momento la existencia de fases de explotación minera en épocas posteriores a este momento.
Es por ello un ejemplo extraordinario de la tecnología minera prehistórica utilizada durante esta cronología. Su buena conservación y la ausencia de trabajos mineros posteriores relevantes se debe en parte a tratarse de un depósito mineral pequeño (para los parámetros de geología económica actuales), así como por su aislamiento, en una pequeña isla de Menorca de propiedad privada que, además, está protegida desde que pasó a formar parte del Parque de S’Albufera des Grau en 1995 gracias a las movilizaciones sociales que reclamaban la
protección de la zona.
La campaña de 2021 es la tercera del actual proyecto quinquenal implementado por el grupo ArqueoUIB (Universidad de las Islas Baleares) y la Universidad de Sevilla, con la codirección de Bartolomé Llull, Laura Perelló y Mark Hunt. Gracias a las ayudas económicas del Consell de Menorca, junto con el permiso del ente gestor del parque natural y del propietario de la isla, se ha podido dar continuidad a una investigación iniciada ya en 2010.
El material arqueológico encontrado son herramientas líticas utilizadas como mazas y morteros para romper la roca y triturar el mineral, además de fragmentos de cerámica coherentes con las dataciones de C14 y restos de madera carbonizados. Algunos de los elementos recuperados entre el 2012 y 2014 se encuentran expuestos en las salas del Museo de Menorca. Por otra parte, el análisis de procedencia y distribución mediante Isótopos de Plomo han permitido proponer posibles relaciones entre este depósito mineral y el metal amortizado en depósitos funerarios de cronologías similares. En este sentido, aunque se trataría de una explotación local
relativamente modesta, en la edad del bronce existe un gran movimiento de objetos y de personas, por lo que, las analíticas nos dicen que posiblemente el mineral extraído
de Sa Mitja Lluna fue utilizado para elaborar instrumentos y objetos que encontramos, no solo en Menorca, sino también a las otras islas del archipiélago balear.
Las novedades de la campaña de 2021
Desde el principio, los investigadores vieron que la mina de cobre de Sa Mitja Lluna tenía dos áreas de trabajo diferenciadas que denominan Runam Norte y Runam Sur. Hasta ahora, los esfuerzos se han centrado en averiguar cómo funciona el Runam Norte, ya que es la zona donde
visiblemente ha habido más movimiento de material. Los trabajos en esta área del yacimiento han puesto al descubierto la existencia de una trinchera excavada en la roca, siguiendo probablemente un filón de cobre que debía correr de forma más o menos paralela al acantilado, en dirección N-S. Esta trinchera no era apreciable antes de 2019, ni se podía intuir su presencia, ya que estaba totalmente colmatada de escombrera (básicamente escombros generados en una intensa actividad minera).
Esta escombrera se amontona más allá del nivel natural de la roca, conformando así una pequeña elevación sobre estos trabajos e invisibilizando los mismos. Además, hay que destacar que la zona intervenida parece solo una pequeña parte de esta trinchera que podría extenderse algunos metros hacia el Sur y hacia el Norte. No es descartable que en futuras intervenciones haya sorpresas como podría ser el hallazgo de pozos o galerías excavadas por los antiguos mineros.
Aparte de los trabajos en la zona de la Runam Norte de la mina, en la campaña de 2021 se ha realizado un sondeo en la Runam Sur. En esta parte del yacimiento se ha podido ver que no hay tanta potencia de escombrera y se encuentra una gran cantidad de cerámica y restos de fuegos.
Aunque no se detectan chimenea u otros tipos de estructuras de combustión, los restos pueden estar indicando que nos encontramos ante un área destinada al descanso de los mineros, una zona donde tal vez cocinaban y hacían varias actividades relacionadas con la mina.
Estos hallazgos permiten tener una perspectiva diferente que complementa muy bien la información que se tenía de las anteriores campañas. Hasta ahora solo se habían visto los resultados del trabajo estrictamente de minería, pero esta zona sur del yacimiento podría acercarnos a las prácticas cotidianas de las personas que frecuentaban la mina de una manera mucho más clara. ¿Qué comían? ¿Cuánto tiempo pasaban en la mina y con qué frecuencia? ¿Cuánta gente se dedicaba a esta actividad? ¿Eran miembros de comunidades geográficamente próximas? … Estas son algunas de las preguntas que el equipo de investigadores espera contestar con las futuras intervenciones.