“¿Justicia garantista en España?”

Algunos opinadores están justificando el extraño archivo de la “Kitchen” con la “muy garantista” justicia española. Creo que lo hacen para salvar los muebles de un Estado (de cosas) donde, para empezar, el CGPJ está okupado por 21 juristas que ya llevan en sus cargos tres años más de los que establece la ley.

Dicen que “garantismo” corresponde a una noción de la justicia que impone controles rígidos a la acción punitiva del Estado. Entiendo que, si la democracia se basa en la igualdad de todos ante la ley, la justicia debe ser también igual de garantista para todos.

Pero es imposible que ni siquiera se parezcan los “garantismos” de una Justicia cuyo Tribunal Constitucional tardó más de cinco años en leerse los cinco artículos y las siete disposiciones de la amnistía fiscal de Montoro para compararlos con la Constitución de 1978, y, en cambio, su Tribunal Supremo solo dos en condenar a doce líderes catalanes a penas de cárcel que sumaron un siglo.

Lo que sí que está garantizando la Justicia española, aunque se pudra la democracia, es la inviolabilidad de Felipe VI y de su padre pues, con la aberrante interpretación que tanto los jueces como los políticos, desde el PSOE hasta Vox, hacen del artículo 56.3 de la Constitución, cualquier rey o reina podrá seguir ejerciendo, tanto si es una gran persona como un asesino, pues eso solo dependerá de las virtudes o los vicios que haya heredado de su familia. Que ocurra esto en el siglo XXI significa que estamos perdidos.