Rafael Nadal es el tenista español más exitoso de la historia. Sus logros y hazañas en las canchas lo respaldan. No obstante, para competir en la élite y lograr todo lo que ha logrado, el deportista manacorí ha tenido que seguir una dieta estricta y una preparación física exigente.
Dentro de su alimentación, destaca el consumo de vitamina C. Se trata de un nutriente que, de acuerdo con la comunidad científica, tiene efectos positivos, lo cual se resaltó durante toda la pandemia. Junto a la vitamina D, contribuyen a mejorar nuestro sistema inmunológico.
Otro de los nutrientes importantes para todo deportista es la vitamina B. Dentro de este grupo, la vitamina B1 regula la síntesis de energía, mientras que la B9 y B12 están implicadas en la reparación de células dañadas.
Nadal tiene una dieta rica en vitamina C, pues le permite mantenerse en forma y reducir el riesgo de lesiones. Además, es conocida porque facilita la recuperación luego de la actividad deportiva. En sus niveles óptimos, este micronutriente facilita una liberación reducida de cortisona, una hormona causada por el estrés físico.
Sin embargo, la principal importancia de consumir alimentos ricos en vitamina C es que fortalecen los tendones, además que disminuyen la fatiga y permiten terminar la actividad física con mayor energía. Estos aspectos son fundamentales en deportistas de alto nivel como Rafael Nadal.
Entre los principales alimentos de la dieta del español está el plátano. En más de una oportunidad Nadal fue captado comiendo un plátano durante el descanso de un juego. Esta fruta es rica en potasio y vitamina C, dos de los componentes más importante en la dieta de todo atleta.
Otro alimento son los dátiles, los cuales aportan carbohidratos saludables al cuerpo, al tiempo que aumentan la energía y son ricos también en magnesio y potasio. Suelen complementarse al plátano.
Por supuesto, Nadal no es el único atleta que ha modificado su dieta para potenciar su rendimiento. Novak Djokovic también tuvo que hacerlo en 2010, cuando sufrió náuseas y tuvo problemas para respirar en un partido en el Abierto de Australia. Luego de acudir a un nutricionista, se demostró que era intolerante al trigo y a los lácteos. Esta ausencia fue bien cubierta con verduras, frijoles, frutas, nueces, etc.
En el mundo del fútbol, la nutricionista Daniela Mármol del Gallos de Querétaro (México), explicó que hay dos momentos fundamentales en la alimentación: antes y después de un partido. La carga de carbohidratos (pasta, pan, arroz) es mayor en la previa de un encuentro. Pasta, verduras y algo de fruta es lo recomendable luego de un partido.