La evolución del turismo ha demostrado lo que Viturme viene defendiendo desde hace ya muchos años, las viviendas turísticas han propiciado el cambio de modelo turístico tan ansiado en Menorca. Visitantes interesados en nuestra cultura, en nuestra gastronomía y en nuestro territorio, que se movilizan por nuestra geografía distribuyendo su gasto entre las empresas locales, desde las empresas de alquiler de vehículos hasta los comercios y actividades de ocio.
La facilidad con la que algunos señalan al colectivo como uno de los sectores que deben limitar y reducir su actividad contrasta con la demanda de este tipo de alojamiento durante la temporada 2020 y en la presente, que ha hecho que nuestros visitantes hayan podido acomodarse con todas las garantías sanitarias y en un entorno seguro e independiente, que Menorca se ha esforzado por mostrar en estos tiempos de pandemia. Posiblemente de no haber existido esta oferta, lamentaríamos mucho más los resultados de la temporada pasada y de esta.
No obstante, el sector de viviendas turísticas está recibiendo constantes críticas, precisamente por ello, demonizándolas y señalándolas como las culpables de los supuestos excesos en el incremento de visitantes. De mayo a agosto de 2021 Menorca ha recibido 371.000 visitantes menos respecto de 2019.
No es de extrañar que cuanto más difícil sea la ordenación y la inscripción de viviendas de uso residencial a turístico más oferta ilegal se creará. Y para evitar estas situaciones no se trata de reducir o limitar, sino ordenar. Es necesario que el Consell Insular adapte la normativa reguladora del alquiler turístico para evitar estas situaciones, debe ofrecer la posibilidad de ejercer la actividad totalmente legal a aquellas viviendas y propietarios que así lo decidan. De esta forma, podrá ponerse en marcha la inspección en caso de incumplir la obligación de registro.
Urge la aprobación y puesta en marcha del reglamento derivado de la Ley 8/2012 de turismo que se comprometió a aprobar el Consell Insular, en la que eliminaba algunas de las barreras de acceso de nuevas estancias turísticas. La eliminación de la antigüedad de 5 años para destinar viviendas al uso turístico o ampliar el número de viviendas de uso turístico por propietario deben aprobarse a la mayor brevedad.
Con estas modificaciones se incorporarían a la legalidad un gran número de estancias que no supondrían la creación de nuevas plazas ni fomentarían la llegada de más visitantes, si no que entrarían en el marco legal para este tipo de alojamiento.
Es necesaria, al igual que lo están haciendo los empresarios, que se produzca una evolución en la administración, adaptándose a las nuevas tendencias del turismo.