Hemos intentado contar el número de marcas de productos químicos que hay en el mercado para tener la casa limpia y no hemos llegado aún a la cifra exacta. Y el caso es que bastaría con unos pocos para conseguir prácticamente los mismos resultados.
Buscando diversas fuentes hemos llegado a la conclusión de que conviene que tengamos a mano al menos estos productos;
Lavavajillas. No solo sirve para los platos; se puede utilizar para limpiar cristales, artículos de maquillaje, tejidos con manchas de grasa antes de meterlos en la lavadora,…
Friegasuelos; Hay que precisar que aquí va a depender de cómo es tu suelo puesto que si es madera, terrazo o baldosa, la cosa cambia. De todas maneras, quizás también podríamos quitar de la lista esta opción si contemplamos nuestros siguientes productos escogidos.
Vinagre. Hay un vinagre “de limpieza” que no huele como el que se utiliza en nuestras ensaladas. Mezclándolo con limón se convierte en un quitagrasas muy efectivo. Elimina la cal y los malos olores, incluso el óxido. Echar un chorrito en la lavadora o en el lavavajillas también es buen consejo.
La lejía es uno de los básicos de toda casa porque es el desinfectante por antonomasia. Es una de las mejores opciones para limpiar los baños, suelos y cocina.
Amoniaco. Es un limpiador muy efectivo cuando se utiliza rebajado en agua para limpieza de encimera, cocina, acero inoxidable o los electrodomésticos, cristales, espejos, por poner algunos ejemplos.
De manera general utilizamos muchas marcas que acaban llenando los armarios de productos específicos que quizás no hacen falta y que, en suma, son un cocktail químico que puede ser incluso perjudicial o peligroso. Vamos a verlo:
Detergentes para la ropa. Estos productos contienen encimas (como consta en la etiqueta con los nombres “catiónicos”, “aniónicos” o “no iónicos”) para soltar las manchas y suciedad . Los detergentes catiónicos son los más tóxicos. Los detergentes “no iónicos” son menos tóxicos pero pueden irritar la piel y los ojos o hacerte sentir más sensible a otros productos químicos. Si una persona está expuesta a grandes cantidades de detergente puede desarrollar asma.
Limpiadores de todo uso. Estos productos normalmente contienen detergentes, agentes para cortar la grasa, solventes, y/o desinfectantes. Los productos químicos específicos en estos ingredientes incluyen amoniaco, glicol etileno, acetato monobutil, hipoclorito de sodio, y/o fosfato de trisodio. Pueden ser altamente venenosos. Cuando trabajes con limpiadores de todo uso, siempre ponte guantes de goma para proteger tu piel. Así mismo, asegúrate de que hay una buena circulación de aire en el cuarto. Abre varias ventanas o mantén un ventilador funcionando. Lo más importante, nunca mezcles juntos dos productos de diferente tipo, especialmente productos que contengan amoniaco y cloro (lejía/blanqueador). Esta mezcla puede producir un gas llamado cloramina, que puede causar serios problemas de respiración y puede ser potencialmente mortal si se inhala en grandes cantidades.
La lejía doméstica contiene el producto químico hipoclorito de sodio en diferentes concentraciones. Si hay contacto directo con la piel puede provocar quemaduras o dermatitis, según la concentración del producto.
Nunca mezcles lejía con cualquier otro producto de limpieza doméstico y especialmente con amoniaco. Hacerlo puede soltar diferentes tipos de gases venenosos, lo que puede causar problemas respiratorios muy serios.
Los insecticidas contienen pesticidas. Cuando uses un insecticida en la casa, asegúrate de que no va encima de la comida o de las sustancias que vayan a estar en contacto con la comida, como los trapos de cocina, los platos, los cubiertos, o las encimeras.
El ingrediente principal de los detergentes del lavaplatos es el fosfato. Los jabones para lavar platos a mano son más suaves que los detergentes para los lavavajillas.
Los limpiadores del baño contienen productos químicos como hipoclorito de sodio o ácido hidro-clorhídrico, o lejía. La mayoría de los limpiadores desinfectantes son muy irritantes.
Nunca mezcles los limpiadores del inodoro con otros productos de limpieza domésticos. El hacerlo puede resultar en soltar gases venenosos y pueden causar problemas respiratorios serios. Siempre asegúrate cuando limpies los baños que el cuarto tiene suficiente ventilación. Deja la puerta abierta y usa el ventilador, si es que tienes uno. Usa guantes de látex para proteger tu piel de los salpicones cuando uses limpiadores de inodoro. Si te salpica un poco en la piel, lávate de inmediato.
