El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra es la fecha que marca que hemos consumido todos los recursos que nuestro planeta es capaz de generar en un año. Se calcula anualmente, dividiendo la biocapacidad del planeta entre la huella ecológica de la humanidad y multiplicando por los 365 días del año. En el año 1970 esa fecha la marcó el 29 de diciembre. Este año 2021 la fecha ha sido el 29 de julio.
Organizaciones ambientalistas de todo el mundo han hecho un planteamiento de cómo frenar una tendencia que nos explica que estamos devorando los recursos del planeta sin freno y los ecologistas menorquines del GOB han constatado que alguna de las soluciones planteadas ya se están aplicando aquí, como en el caso de la custodia agraria.
Además, lo pueden demostrar con datos concretos. Han llevado a cabo un estudio sobre la huella ecológica de la producción de carne de vacuno en explotaciones con convenio de custodia agraria. Han tenido en cuenta factores como el tipo de alimentación que se da al ganado, si se produce en la misma finca o se importa, la distancia que recorre, si las vacas pastan o son engordadas, los recursos energéticos que se consumen en las explotaciones o el uso de fertilizantes, entre otros. Al contemplar todos estos datos el resultado ha sido que la producción de carne vacuna en fincas con acuerdo de custodia agrícola tiene una huella ecológica hasta un 64% inferior a la media nacional. Lo que explica este resultado tiene que ver con la forma en la que se produce esa carne de vacuno. Para producir un kilo de carne de Custodia Agraria, se consumen un 15% menos de recursos que para un kilo de carne convencional, contradiciendo la teoría de que para producir ecológico o extensivo se necesitan más recursos que en la producción intensiva.
Por otro lado, las fincas de Custodia Agraria aprovechan el paisaje que combina tierras cultivadas con áreas de vegetación silvestre para la producción agrícola. El ganado se alimenta en parte de pastos silvestres y camina entre áreas boscosas o de matorral. Además, el tipo de gestión que se lleva a cabo no agota la biodiversidad, sino que la fomenta.
Según el GOB, el resultado no es solo el kilo de carne producida, sino también externalidades positivas, como la captura de carbono resultante de la vegetación de las zonas gestionadas.
La fecha de sobrecapacidad de la Tierra de este año es similar a la de 2019, después de haber sido momentáneamente retrasada en 2020 por las restricciones de la pandemia del coronavirus.
Las causas principales son el aumento del 6,6% en la huella de carbono con respecto al año pasado, así como la disminución del 0,5% en la biocapacidad forestal mundial debido en gran parte al aumento en la deforestación en el Amazonas. Solo en Brasil, se perdieron 1,1 millones de hectáreas en 2020 y las estimaciones para 2021 indican un aumento interanual de la deforestación de hasta un 43%. Y aunque Brasil pueda parecer un territorio lejano, desde Menorca se pueden hacer cosas como darle apoyo a las fincas de custodia agraria por la labor que hacen para dar sentido a la palabra sostenibilidad.
