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“El consumidor tiene la culpa”

Un artículo de Juan Antonio Tormo

Dinero sobre una mesa.
Dinero sobre una mesa.

Si usted, no se me esconda, se creía que podía consumir a escote sin consecuencias, se creía que a los que paga cada mes por llevar el País le iban a avisar que todo se iba a encarecer, que la luz se iba a convertir en artículo de lujo, la gasolina a precio de cava del bueno y el resto de artículos perecederos o no se iban a unir a la fiesta, incluso llegó a pensar que harían algo rápido para atajar el problema, que trabajarían sin descanso para evitar que usted que a duras penas se está recuperando de una crisis, no entrase en otra, pero que iluso!!!

Analicemos un poco esta situación, que yo recuerde ya hace muchos años que se habla del encarecimiento de todos los productos del planeta por el consumo de países emergentes y por supuesto de China, que faltaban chips lo sabíamos hace meses ya que lo advertían los fabricantes de coche desde principios de año, desde que encalló el buque EVER GIVEN en el Canal de Suez en marzo, ya se contaba que iba a repercutir en el retraso y encarecimiento de mercancías, en cuanto al tema del gas nuestro Presidente Sánchez en el 2020 en viaje oficial a Argelia y nos contaba que el acuerdo estaba cerrado por 10 años.

Pues parece ser que no ha habido sorpresas, que se ha cumplido todo lo que sabíamos los ciudadanos, al margen de que ¡cómo no! muchas grandes empresas se han montado al carro sin ninguna clase de justificación a subir precios, como ejemplo el tema de los juguetes, las Grandes Cadenas hacen los pedidos a principio de año como poco, reciben la mercancía en varias tandas y como mucho a finales de agosto ya tienen todo el material, entonces si el pollo se ha montado ahora ¿cómo es que les afecta y suben precios?

Tenemos un problemón y dirigentes incapaces de GESTIONAR este caos y no me refiero sólo a dirigentes españoles sino también a los Europeos, que llevan haciendo el ridículo desde hace varios años, llegando tarde a todas las crisis, porque hay que recordar que vamos para los dos años de la Pandemia y todavía casi ni hemos olido los fondos europeos, aunque nos lo hayan anunciado miles de veces.

Pero como usted ni yo poco podemos hacer en estos momentos, no nos queda quizás más remedio que empezar a consumir de manera razonable, no caer en la trampa de acumular más de lo necesario porque entonces pasarán dos cosas, los culpables de este desastre se forraran y si les ha salido bien esta vez ¿porque no repetirlo? Me atrevo a decir que si no hacemos acopio innecesario será más fácil que se recupere la normalidad porque sencillamente los que lo pueden solucionar verán mermados sus ingresos y ganancias, provocando que se pongan a trabajar para arreglarlo, además ya nos tienen algo acostumbrados ya que en el confinamiento no pudimos consumir lo habitual y que yo sepa por esa razón no murió nadie.

Mire el vaso medio lleno, si usted tenía unas previsiones de gasto para estas fiestas de x y decide poner freno a las compras de artículos que se desorbiten en sus precios, lo podrá dedicar el próximo año a unas vacaciones, o darse cualquier otro capricho, porque la vida no se acaba en las fiestas, piense infórmese bien y decida, pero no deje que sigan jugando con su vida.


Comments (3)

  1. … fiestas? las navidades?… la natividad del señor ese del que hablan, están sobrevaloradas… si dejásemos de “celebrar” las ceremonias confesionales que el calendario sigue insistiendo año tras año con las mismas a golpe de santoral, cuando la iglesia ya no pinta NADA en nuestras vidas, pues viviríamos mejor, podríamos festejar otras cosas sin sobrecargar siempre los mismos tramos… y escapar de la esclavitud que nos marca

    1. Menuda chorrada ha soltado, oiga.
      Para usted no será importante la iglesia, pero para muchas personas, sí. Un poco de respeto y empatía le vendría muy bien. Además, podría usted fijarse en el alcohol o las bebidas azucaradas que, esas sí son nocivas para la salud, o el tabaco, en los smartphones, tabletas, etc., donde seguramente existe un consumismo exagerado sin que la iglesia tenga culpa. Tenga un poco más de sentido común y no le eche toda la culpa al clero.

  2. Menuda chorrada ha soltado, Manumenorca.
    Para usted no será importante la iglesia, pero para muchas personas, sí. Un poco de respeto y empatía le vendría muy bien. Además, podría usted fijarse en el alcohol o las bebidas azucaradas que son nocivas para la salud, o el tabaco, en los smartphones, tabletas, etc., donde seguramente existe un consumismo exagerado sin que la iglesia tenga culpa. Tenga un poco más de sentido común y no le eche toda la culpa al clero.

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