“Hace tres o cuatro meses quería dejar el fútbol”. Así de contundente se ha mostrado Sergi Enrich al repasar los últimos acontecimientos que ha vivido, que han acabado dando con sus huesos en la Ponferradina. El futbolista menorquín, en una entrevista concedida a “El Marcador” de Radio Marca, ha reconocido que ha superado tiempos muy complicados como jugador y como persona.
El atacante de Ciutadella, luego de cerrar una brillante y exitosa etapa en el Eibar, se quedó sin equipo. Aquí empezó su calvario: “Hubo equipos que se interesaron por mí, y por el tema que ya sabéis no fueron a más para ficharme, y les entiendo perfectamente. Pero, con el Schalke no fue el caso”, aclara Enrich.
Hubo equipos que se interesaron por mí, y por el tema que ya sabéis no fueron a más para ficharme, y les entiendo perfectamente. Pero, con el Schalke no fue el caso
“Ellos sabían perfectamente ese tema y lo estuve hablando con el director deportivo. Pero al final, el fichaje se echó atrás por cuestiones económicas y luego salió todo eso. Se dijeron muchas mentiras, y a mí eso es lo que me dolió”.
El delantero menorquín, también ha asegurado que “lo pasé mal. No lloré, pero sí que me decepcionó todo mucho y no tenía ganas de volver a jugar. Cuando las cosas van bien, el fútbol es muy bonito, pero cuando las cosas se tuercen es cuando el fútbol te demuestra que lo real es el día a día, y en este deporte no hay amigos”.
Cuando las cosas van bien, el fútbol es muy bonito, pero cuando las cosas se tuercen es cuando el fútbol te demuestra que lo real es el día a día, y en este deporte no hay amigos
Sobre su situación, personal, el ciutadellenc ha detallado que “de cabeza soy un jugador fuerte, nadie me ha regalado nada. La gente que me valora, me conoce. Lo que me duele es que aquellas personas que me conocen han dudado y no han luchado por mí hasta el final”.
El delantero también ha echado la vista atrás para asumir errores: “Todo el mundo se equivoca y el que diga que no, miente. Al final, no hicimos lo que hicimos para hacer dolor, no fue por hacer daño, pero al final lo hicimos, y de eso sí que me arrepiento. Hicimos un dolor sin quererlo, y de eso sí que me arrepiento”.
Sergi Enrich anotó el pasado fin de semana su primer gol con la Ponferradina, equipo en el que afirma sentirse como en casa: “Desde el primer momento que llegué aquí sabía que había acertado. Firmé sin saber las cantidades del contrato y cuando llegué aquí, la primera semana supe que no me había equivocado. Estoy muy feliz, sabia que iba a estar bien. Hay un vestuario increíble y solo tengo palabras de agradecimiento”.