Los progresivos y continuados aumentos registrados en el precio de la electricidad, el butano y los carburantes se están traduciendo en un significativo incremento del IPC en servicios esenciales, según un estudio divulgado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Alimentos esenciales como la fruta o los huevos registran las mayores subidas.
El informe llevado a cabo por la entidad, a partir de los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestra que, en el transcurso del presente año, ámbitos como la vivienda, con un 18,1%, y el transporte, con un 10,8%, han experimentado ingentes subidas de precio, a partir de los datos analizados hasta octubre de 2021.
La OCU ha advertido que los aumentos acumulados en el coste de la energía están afectando también a otros servicios, como ocurre con los establecimientos hoteleros, las cafeterías y los restaurantes.
En estos casos, los precios se han incrementado un 2,5% entre enero y agosto del año en curso, mientras que el IPC de los alimentos y las bebidas no alcohólicas se ha disparado un 1,3% el último mes contabilizado, y un 3% si se mide el conjunto del ejercicio.
ALIMENTOS DE PRIMERA NECESIDAD
De esta manera, siguiendo los datos aportados por OCU, diversos alimentos de primera necesidad han registrado subidas de precio más que destacables este año. Así sucede con productos tan fundamentales en la cesta de la compra de cualquier consumidor, como la fruta fresca (13,6%), los huevos (4,5%), la carne de ave (2,9%), la leche (2,8%) y las legumbres y hortalizas frescas (el mismo porcentaje, 2,8%).
De hecho, tan solo tres productos no han experimentado aumentos de precio este pasado mes de octubre: las patatas, la carne de cerdo y los productos lácteos.
En cualquier caso, la OCU ha vaticinado que los desembolsos que efectúan los usuarios para llenar su despensa y proveer a sus hogares de los servicios que necesitan, seguirán la actual dinámica ascendente, al menos mientras el precio de la energía mantenga su elevado coste actual.