El presidente del Consell Econòmic i Social (CES) de les Illes Balears, Rafel Ballester, fue designado para el cargo el pasado mes de marzo. A diferencia de su antecesor, Carles Manera, a nivel profesional Ballester proviene del mundo de la empresa privada, pues es gerente de un negocio de decoración. Recientemente, el máximo responsable del CES dio a conocer la ‘Memoria sobre la economía, el trabajo y la sociedad de las Islas Baleares de 2020’, que analiza en esta entrevista.
¿Cuáles han sido las principales conclusiones del informe que han presentado?
Una de las principales conclusiones ha sido que tenemos un sistema productivo muy dependiente del sector servicios y que la caída de ese sector nos llevó el año pasado a una disminución del PIB del 23,7 por cien. Un dato llamativo en ese contexto es que si bien el PIB cayó el citado porcentaje, la afiliación a la Seguridad Social bajó un 8,7 por cien. La diferencia entre ambos porcentajes se explica por el escudo que han representado los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). En ese sentido, los ERTE han aminorado la debacle económica que hubiera podido haber en nuestra comunidad.
¿Cómo afectó la crisis provocada por la pandemia al ámbito turístico?
Según los datos del informe, el turismo cayó el pasado año un 81 por cien, mientras que el gasto turístico lo hizo en un 83,9 por cien. Por lo que respecta a la facturación en hostelería y restauración, disminuyó un 70,8 por cien. Como ve, el descenso fue mayor en el gasto turístico que en el gasto en hostelería.
¿Cuándo podremos volver a las cifras económicas prepandemia?
Es complicado poder dar una respuesta exacta, entre otras razones porque ahora mismo estamos en una situación de incertidumbre a nivel global que dificulta que nos podamos aventurar a dar una fecha concreta. Aun así, hay quienes dicen que volveremos a las cifras prepandemia en 2022 y quienes afirman que lo haremos ya en 2023. Más allá de intentar dilucidar ahora si podremos recuperar 23 puntos del PIB en un año y medio o en dos años y medio, yo creo que la cuestión es que hoy estamos ya en una senda de recuperación, que se podría consolidar definitivamente en el último semestre de 2022 o en el primer semestre de 2023.
¿Esta crisis podría compararse con la que se inició en 2008?
Bueno, yo diría que la crisis de 2008, que empezó con el crack financiero de Lehman Brothers, se fue desarrollando luego poco a poco. Así, los diferentes sectores fueron entrando en crisis de manera paulatina. Y luego, con posterioridad, la salida a dicha crisis también fue lenta. La economía se fue recuperando de manera gradual, en especial en 2014, 2015 y 2016. En cualquier caso, la salida de esa crisis había cambiado ya la vida de muchas personas, pues su nueva realidad era diferente a la que tenían antes de 2008. Con ello quiero decir que había gente que sí había conseguido salir de aquella crisis, pero había otra gente que no lo había logrado.
¿La situación provocada por el coronavirus está siendo distinta?
Sí, es distinta, pues la crisis provocada por la pandemia llegó de golpe, ya que todos los sectores entraron en crisis en el mismo momento. En ese sentido, en principio la salida será también más rápida. Según los expertos, la crisis actual será una crisis en ‘V’, que se da cuando llega de una forma muy rápida y finaliza también muy rápidamente. En definitiva, la diferencia entre la crisis de 2008 y la actual sería la distinta velocidad de entrada y de salida de ambas crisis.
Más allá de la pandemia, ¿el modelo productivo balear está empezando a denotar una cierta fatiga?
Bueno, en el informe se hace mención a que la renta per cápita lleva ya varios años cayendo en Baleares. Por tanto, incluso en los momentos en que no hay crisis y el PIB sube, la renta per cápita de la gente baja. Eso sería un síntoma de que tal vez nuestro modelo productivo tenga alguna fatiga y de que el reparto de la riqueza no es el que debería ser.
¿Qué podemos hacer entonces?
Hemos de partir de la base de que un modelo productivo no se cambia por decreto ni en unos pocos años. Un modelo productivo se cambia por consenso. Como sabe, en estos últimos años se ha iniciado ya el debate necesario para llegar a alcanzar algún día ese consenso. En la actualidad, ya hay mucha gente que habla de la necesidad de diversificar el modelo. En el sector hotelero se habla, por ejemplo, de apostar por un modelo de mayor calidad. Por tanto, ese primer paso, que era la necesidad de un debate público, se ha dado ya. A partir de ahora, lo que tenemos que hacer es seguir trabajando para intentar llegar a un consenso sobre cómo creemos que tendría que ser ese nuevo modelo productivo. En cualquier caso, será un proceso largo, pues cambiar el actual modelo puede llevarnos varias décadas.
¿Por qué hay ahora un problema con determinados suministros?
En principio sería porque las fábricas disminuyeron su producción en los primeros meses de la pandemia, por lo que ahora que se ha recuperado la demanda a nivel mundial no tenían stocks. Las fábricas producen ahora para servir, pero la demanda es superior a la posibilidad de oferta. O, dicho de otro modo, en 2020 no se fabricaron determinados productos, porque no había demanda, y ahora la demanda está superando a la oferta. A ello habría que añadir que el año pasado hubo empresas que quebraron, lo que también ha contribuido a que hoy haya esa falta de algunos productos.
¿Y cuándo cree que se podría normalizar la situación?
Yo creo que a principios de 2022 se tendría que solventar ya esta cuestión.
¿Cómo cree que será el próximo año a nivel económico?
Hasta hace poco había previsiones de un crecimiento superior al seis por cien, si bien dichas previsiones se están revisando ahora a la baja. Aun así, estaríamos hablando de un crecimiento por encima del tres por cien, que es un crecimiento fuerte. Como le comenté hace un momento, estamos en una senda de recuperación, pues se están reactivando el empleo, el turismo y la economía. En ese sentido, pensamos que 2022 será un año bueno, un año positivo.
¿Hasta qué punto son fiables las previsiones y las proyecciones económicas?
Bueno, las proyecciones son precisamente eso, proyecciones, que en ocasiones se tienen además que reformular en función de las circunstancias. Aun así, en momentos de estabilidad económica global las previsiones se suelen cumplir. Lo que ocurre es que ahora nos encontramos en una situación de incertidumbre, en la que han coincidido una crisis económica, una crisis energética y una crisis de suministros. Todo ello hace que haya muchas incertezas. En ese contexto, resulta muy difícil acertar al 100 por cien en las previsiones que se puedan hacer.
Extracto de la entrevista realizada por Josep María Aguiló para Mallorcadiario