Los datos son claros; en el tercer trimestre de 2021, todos los indicadores que ofrece el Boletín de coyuntura económica del OBSAM en Menorca son mejores que en 2020, aunque ligeramente peores aún que en 2019.
No es difícil entender que los datos de 2020, con tres meses de confinamiento masivo, restricciones en las variantes del semáforo que oscilaba según los casos, con un Estado de Alarma que mantuvo a una buena parte de la población apartada de sus puestos de trabajo, forzados a teletrabajar o en ERTE, todo esto era fácilmente superable por lo bajo que cayeron todos los indicadores económicos.
Eso demostraría que el dibujo de la gráfica ha sido en forma de V, aunque con cierta tendencia a ser una U. Sin el recorrido de algún tiempo más no sabremos si efectivamente, como parece, alcanzaremos pronto los datos macroeconómicos que teníamos en 2019. Hay que tener en cuenta que aunque muchos parámetros están cerca de igualar los datos del 2019, la crisis social derivada de la pandemia aún se arrastra y tiene una tendencia de recuperarse más lentamente.
Con datos que preocupan por una sexta ola y la caída de las bolsas tras el anuncio de Naciones Unidas de la mutación Ómicron, se hace difícil saber si la tendencia se va a mantener o se va a frenar. La falta de componentes y la crisis en el sector del transporte y distribución también van a afectar, aunque quizás no de manera masiva en el consumo.
Otra consideración a tener en cuenta es que la economía de Menorca en 2019 relataba los datos con referencia a máximos. Si el modelo no sostenible vuelve a partir de 2022 cabría considerar las maneras en las que se pueda gestionar mejor los recursos naturales y la imagen que se vende de la isla para que no se repitan estampas de zonas de costa saturadas, precios desorbitados en algunos servicios, colas en los restaurantes y clientes decepcionados por el servicio.
Los datos de los índices que se toman en consideración en este Boletín están disponibles a través de la web del propio OBSAM.