Sa Tanca es un edificio que se sitúa en la misma entrada de la población (viniendo por la carretera de Maó) por el que se han postulado desde el consistorio desde el momento en el que estuvo a la venta. La negociación de la compra con fondos del impuesto de turismo sostenible ha sido compleja y larga en el tiempo pero ahora ya es propiedad municipal.
Según explicaba la alcaldesa en una entrevista concedida a Radio Menorca, el proceso para que las instalaciones tengan definidas sus futuras funciones y que se ponga en marcha necesita su tiempo. Ya se ha encauzado el trabajo con la búsqueda de un consenso de todas las fuerzas políticas de manera que el futuro de Sa Tanca se mantenga más allá de una legislatura, independientemente de quien gobierne el pleno municipal.
Una Comisión se encargará de estudiar los posibles usos que tenga Sa Tanca, aún sin definir. Hay ideas y propuestas y propuestas varias que se tienen que valorar y es probable que haya suficiente espacio para el desarrollo de actividades públicas o de otro tipo para que vecinos de diferentes edades puedan aprovechar el lugar.
Es cierto que hay que contemplar también el hándicap de un espacio tan grande. El mantenimiento de los espacios públicos debe ser estudiado con detenimiento para que no lastre la tesorería del consistorio. Existen fórmulas de co-gestión que deberán valorarse también para poder otorgar a los servicios que se den en Sa Tanca sostenibilidad, garantía de que se mantengan en el tiempo.
Según explicó la alcaldesa, Sa Tanca se puede convertir en un gran baluarte para la población o en todo lo contrario si la gestión y los contenidos que ofrezca no se estudian bien.
La operación de compra se formalizó en el mes de octubre pasado con aportaciones de varias administraciones, superando los 2 millones de euros y de los que el Ayuntamiento aportó algo más de 43.000 euros.