Més per Menorca ha llegado a un acuerdo con el Govern sobre el modelo lingüístico de la nueva ley educativa que este mes de enero ha reanudado su tramitación parlamentaria. El objetivo a lograr es que los alumnos terminen sus tesudios conociendo las dos lenguas oficiales.
El acuerdo prevé que los centros orientarán su proyecto lingüístico al objetivo de asegurar el conocimiento de las dos lenguas oficiales por parte de todos los alumnos al finalizar la escolarización. De este modo, se apuesta por la autonomía de los centros educativos, sin renunciar al Decreto de mínimos que, desde hace más de veinte años, establece que deben impartirse un mínimo del 50% de las clases en catalán .
El diputado ecosoberanista Josep Castells ha justificado la necesidad de adoptar los cambios propuestos: “la orientación del modelo lingüístico educativo basado en los derechos que garantiza el Estatut a los ciudadanos hará que la nueva ley sea menos vulnerable a la impugnación que sin ningún tipo de duda se hará de la misma ante el Tribunal Constitucional. Apostamos por un modelo más flexible y adaptado a las necesidades de los alumnos, más que a un modelo basado en cuotas fijas para cada una de las lenguas. La clave de vuelta del sistema no es la imposición de una determinada cuota, sino el cumplimiento de un mandato del Estatuto de Autonomía».
Además, los menorquinistas también proponen que la evaluación y la inspección de los centros tenga en cuenta el cumplimiento del proyecto lingüístico del centro y los objetivos para asegurar el conocimiento de ambas lenguas por parte de todos los alumnos. “Hasta ahora el Decreto de mínimos exigía impartir un mínimo del 50% de las clases en catalán, pero no había un control efectivo del cumplimiento de esta norma en todos los centros”, ha asegurado Castells. “Con los cambios que hemos acordado con el Govern, si la inspección detecta que los alumnos no alcanzan un conocimiento satisfactorio de ambas lenguas oficiales, habrá que modificar el proyecto educativo del centro”.
Desde Més per Menorca defienden esta medida como una política de cohesión social: “es necesario que todos los alumnos tengan la oportunidad de aprender tanto catalán como castellano”, ha afirmado el diputado. En palabras de Castells “esta es la única manera de avanzar hacia la igualdad de oportunidades entre todos los alumnos independientemente de su origen, lo que, por ahora, el sistema educativo no garantiza”.
Todos los padres saben que hace 20 años que las clases son todas en catalán. Da pena el nivel de castellano, incluso de los políticos.
… yo creía que los menorquinistas de Més eran un partido de izquierdas… hasta que me enteré de que votaron en contra de eliminar la “asignatura” de religión de algo tan serio como la educación de nuestros jóvenes…