Aunque sin duda Menorca llega a la Feria turística española por excelencia con un buen cartel de propuestas, hay muchos otros destinos que apuestan fuerte en el difícil contexto de la pandemia. La vacunación otorga una relativa seguridad en una sexta ola que sigue con números nunca vistos de contagios. La organización de la feria turística, que el año pasado decidió mover el evento al mes de mayo, ha arriesgado esta edición con su puesta en escena habitual y eso pese a que nunca hubo tantos contagios. Las medidas de seguridad se han reforzado con presentación de certificados COVID con códigos QR y con muchos eventos que se retransmitirán, con asistencia de público limitada y con distancias.
Desde Menorca vemos cómo abanderamos nuestra gastronomía como quizás nunca antes, con un respaldo de Región Europea de la Gastronomía. Sin embargo, no debemos olvidar que esta fórmula tiene una gran familia: hay regiones europeas para ciudades emprendedoras, destinos culturales, propuestas que destacan por alguna singularidad. Y por singularidades podemos encontrar un crisol de propuestas tan grande que si nos ponemos a mostrar una relación podemos alargarnos hasta perdernos. Esa es la fuerza de la promoción que otorga una distinción de ámbito europeo. Pero es que también las podemos añadir a la lista de los destinos de reconocimiento mundial.
Aquí Menorca tiene sus aspiraciones puestas en la candidatura de Menorca Talayótica puesto que el foco que se conseguiría a nivel turístico es más destacado. Aunque en el gran aparador que supone FITUR hay más de 600 declaraciones de Patrimonio inmaterial y que abraza casi 140 países a lo largo del globo.
Todos los años IFEMA, que organiza FITUR, escoge a un país o región para darle más protagonismo. El país socio FITUR es República Dominicana. Además, la feria reúne en total a 6.933 participantes con presencia de todas las comunidades autónomas, de empresas y destinos de 107 países, 70 de ellos con representación oficial internacional.
Está claro que la competencia es muy destacada pero esto no debe desmoralizar a quienes van a defender los valores de Menorca porque, año tras año, está ganando terreno en cuanto a visibilidad. Cuando las personas que van a realizar sus vacaciones, procedan de donde procedan, van a escoger un destino, las primeras impresiones de nuestra isla, más allá de etiquetas o promociones, sigue siendo reconocida como sinónimo de seguridad, costa y naturaleza. Y defender esto el clave para tener negocio turístico.
La sensibilidad del sector turístico, que puede caer frente a una pandemia o un Brexit y recuperarse casi igual de rápido, asume la incertidumbre como un elemento al que se combate con un buen trabajo en destino.