La Ley de Arrendamientos Urbanos es la norma que regula todos los aspectos relacionados con los contratos de alquiler. Entre ellos, uno de los que causa mayor controversia es sin duda el del incremento anual de la renta. Tanto es así, que en la última década, su artículo 18, que es concretamente el que regula la actualización de ésta, se ha visto modificado en numerosas ocasiones. De hecho, si leemos la ley, en ningún momento establece cuánto debe subirse la renta ni cuál es el índice que debe tomarse como referencia, pero sin duda el más utilizado es el del IPC (Índice de Precios al consumo).
El IPC se publica en la web del Instituto Nacional de Estadística de forma mensual y toma como base los precios de los productos más consumidos por los españoles, la denominada cesta de la compra. Así, si éste resulta positivo, indica que los precios han subido y si es negativo que éstos han descendido. Este año, el IPC ha sufrido un incremento que no se veía desde hacía muchos años y que encarecerá de media, unos 40 euros el precio mensual del alquiler.
Debemos tener en cuenta, que el IPC difiere de una comunidad autónoma a otra, por lo que puede haber diferencias notables entre los precios de las distintas provincias según cuál nos encontremos.
La actualización de los alquileres sólo puede realizarse (en ningún caso es obligatoria, aunque si la habitual), si han transcurrido al menos doce meses desde la fecha de formalización del contrato o su renovación y que estas actualizaciones sólo pueden aplicarse a partir del mes siguiente al que ha sido comunicado al inquilino, estando prohibido hacerlo con efectos retroactivos.
.- Este es un artículo de Eva Remolina y AMIC para Menorcaaldia.com
