La vela latina ha sido el sistema de navegación por excelencia utilizado a lo largo de la historia en Menorca y en el Mediterráneo en general, y aunque no sea un conocimiento y una práctica exclusivamente menorquina, es un método de navegación estrechamente ligado al patrimonio marítimo y en la cultura marinera de la isla. Su práctica es una muestra de la contribución de la sociedad menorquina al mantenimiento de su identidad, y es totalmente respetuosa con el medio; de acuerdo, por tanto, con los principios que propugna la reserva de biosfera de Menorca. Además, la técnica de la navegación con vela latina está estrechamente vinculada con otros elementos del patrimonio cultural inmaterial menorquín, como son los oficios de maestro velero, maestro de ribera y maestro redero, el vocabulario propio de la técnica y de las embarcaciones que la utilizan.
En el Pleno que el Consell de Menorca celebrará este lunes aprobará definitivamente, sin alegaciones, la navegación con vela latina, así como los oficios y conocimientos relacionados con su práctica, como Bien de Interés Cultural Inmaterial de Menorca.
La navegación con vela latina sobrevive en Menorca como una actividad físico-recreativa impulsada mayoritariamente por las asociaciones cívicas dedicadas a la salvaguarda del patrimonio marítimo isleño y se practica con embarcaciones tradicionales, las más comunes son el bote y el laúd de pesca o de recreo, adecuadamente emparejadas. Estas entidades son las que, en buena medida, velan por la preservación de las embarcaciones clásicas menorquinas y sus aparatos de navegación tradicional con vela latina. La manifestación más visible de la práctica de este arte son hoy los encuentros de barcas clásicas que organizan periódicamente las asociaciones sin afán de lucro Amics de la Mar de Menorca y Amics de la Mar Port-Maó, en las que sus miembros practican ese tipo de navegación con embarcaciones tradicionales.