¿Cuál es la posición del Govern con respecto a las okupaciones?
Quiero decir claramente que la okupación es un acto ilegal y que el Govern defiende el cumplimiento de la legalidad. Por tanto, no debería haber ninguna duda en relación a nuestra posición sobre este asunto. Lo que ocurre es que, por desgracia, es muy difícil evitar que estas situaciones se produzcan, porque tenemos una sociedad diversa y con distintas necesidades.
Se lo preguntaba por una reciente intervención suya en el Parlament sobre esta cuestión, que quizás fue entonces malinterpretada…
Bueno, la oposición me hablaba aquel día, con una cierta demagogia, de que a veces uno se va de su propia casa y al volver descubre que ésta ha sido okupada. En mi intervención, yo expliqué que eso es allanamiento de morada y que cuando ese allanamiento se produce se sigue un trámite distinto al que se sigue cuando se produce lo que conocemos por okupación. Si estás viviendo en una casa y se produce un allanamiento de morada, puedes reclamar a la Justicia que actúe de una forma inmediata. Por tanto, en casos así nos movemos ya en el ámbito del derecho penal y de la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
“La okupación es un acto ilegal y el Govern defiende el cumplimiento de la legalidad”
¿Ha habido también okupaciones en pisos del Ibavi?
Efectivamente. Ha habido okupaciones en pisos vacíos del Ibavi, pero también le puedo decir que el año pasado hemos recuperado 84 pisos ocupados irregularmente. De ese total, hemos recuperado 31 pisos con una entrega voluntaria de las llaves, mientras que para los otros pisos ha sido necesario un proceso de requerimiento. Con ello quiero decir que por nuestra parte nosotros también hacemos el trabajo que nos corresponde para recuperar los bienes públicos que han de estar a disposición de la gente. No debería existir ninguna duda en ese sentido.
¿Qué se puede hacer desde el Govern a nivel preventivo para intentar evitar que haya okupaciones?
Desde el Govern lo que hacemos es poner diversos tipos de ayudas al alcance de la gente. Así, todos los pisos que hace el Ibavi son en régimen de alquiler y este alquiler no supera el 30 por cien de ingresos del posible inquilino. Además, queremos ampliar el actual parque del Ibavi para que haya más personas que puedan tener acceso a esa posibilidad concreta. Y le daré todavía un dato más. Desde la Conselleria de Mobilitat i Habitatge se dieron en 2015 un total de 1,5 millones de euros en ayudas para el alquiler a 747 personas, mientras que en 2021 hemos dado 9,2 millones de euros a casi 6.000 personas.
¿Qué le diría a las personas que viven en fincas donde hoy hay okupas y sufren problemas de convivencia, ruidos, salubridad o incluso drogas?
Como conseller, he de responder que eso no debería pasar. Desde el Govern hacemos cosas para intentar que la sociedad funcione bien y que la gente cumpla con sus obligaciones. Además, quiero pensar que vivimos en un Estado que garantiza que la gente pueda tener una convivencia pacífica en los edificios. Aun así, es cierto que a veces, por desgracia, se producen situaciones como las que usted describe. Tendríamos que intentar que las cosas fueran bien y que no se produjeran esas situaciones. Como le comenté hace un momento, la Administración arbitra medidas para ayudar a la gente que tiene necesidades, en función de determinados criterios, pero inevitablemente hay situaciones que traspasan esa línea y lamentablemente no se puede llegar a todo.
“El Govern cree que las Islas Baleares, en su conjunto, tendrían que ser consideradas ‘zona tensionada’ en el marco de la futura Ley de la Vivienda estatal”
¿Se podrán cumplir las previsiones iniciales de construcción de VPO a lo largo de esta legislatura?
Nosotros nos habíamos comprometido a aumentar el parque público de vivienda en unas mil VPO nuevas, siempre en régimen de alquiler, lo que supondría un 64 por cien más de las que nos encontramos en 2015. En estos momentos, tenemos 645 viviendas en construcción y a lo largo de este año empezaremos 110 más, lo que hace un total de 755 viviendas, que es un número importante. A esa cifra tendríamos que sumar las que hemos adquirido por el derecho de tanteo y retracto, que han sido 81 hasta el día de hoy. Además, añadiría las 16 viviendas conseguidas hasta ahora por cesión temporal de uso en el marco de la Ley de la Vivienda de Baleares —dicha ley obliga a los grandes tenedores a ceder sus pisos vacíos al Govern por un periodo de siete años para que puedan ser alquilados—.
¿Esas 16 viviendas expropiadas temporalmente son de grandes tenedores?
Sí, es así. Es cierto que inicialmente iban a ser más viviendas, en concreto, 56 en total. Sin embargo, varios grandes tenedores presentaron en su momento diversas alegaciones, que fueron finalmente aceptadas. En algunos casos, por ejemplo, las viviendas que poseían habían sido ya alquiladas.
Volviendo a las VPO, ¿destacaría algo más sobre los planes del Govern?
Yo creo que el Govern ha de seguir haciendo viviendas y los ayuntamientos han de seguir cediendo terrenos. Por lo que respecta a lo que me había preguntado antes sobre el posible cumplimiento de nuestras previsiones de construcción de VPO, yo diría que conseguiremos nuestro objetivo inicial o que nos acercaremos bastante a él. Es cierto que en algunos momentos hemos tenido dificultades añadidas a causa de la pandemia, pues ha habido cierto retraso en la importación de determinados materiales y en algunos casos se ha producido además un encarecimiento de los mismos, pero afortunadamente casi ninguna obra ha sufrido retrasos significativos. Recientemente, hemos entregado ya 18 viviendas y a lo largo de 2022 tenemos la previsión de entregar las llaves de 469 viviendas más.
“Pensamos que el precio de la vivienda se tiene que poder regular y trabajaremos en esa dirección”
¿Diría que, en general, la construcción de VPO suele ser más lenta que la edificación de pisos que son sólo fruto de la iniciativa privada?
Bueno, le diría que si bien no conozco la celeridad con que se puede hacer una promoción privada, creo que las VPO se pueden construir en un plazo muy razonable de tiempo. Le puedo poner como ejemplo las viviendas que hace poco adjudicamos en el barrio palmesano de Sa Calatrava, que se han construido en 18 meses. Lo que ocurre es que en los proyectos del Ibavi hay siempre una fase previa, que incluye la firma de un convenio con el ayuntamiento que nos cede los terrenos, la convocatoria a veces de un concurso para que un arquitecto haga el proyecto, la realización del proyecto ejecutivo y la licitación de las obras, en el marco de una normativa administrativa muy garantista.
Entiendo, sí…
Reconozco que a veces se puede tener la sensación de que hay una cierta demora en la realización de algunos proyectos, pero desde el momento en que se adjudica una obra hasta que se acaba, los plazos de ejecución son los que nos da la empresa constructora, que pueden oscilar por ejemplo entre los doce y los dieciocho meses.
En el anteproyecto de la futura Ley de la Vivienda estatal aparece el concepto de ‘zona tensionada’. ¿Podría por favor definirme qué es?
Una ‘zona tensionada’ es aquella en la que el alquiler ha subido más de un cinco por cien por encima del IPC durante los últimos cinco años y también aquella área en la que el coste del alquiler o de la hipoteca supera el 30 por cien de los ingresos medios mensuales de los hogares de ese ámbito —a partir de ahí, la futura ley prevé que en una ‘zona tensionada’ se pueda limitar el precio del alquiler—. Aún no sabemos si además de esos dos criterios se incorporarán otros nuevos a lo largo de la tramitación parlamentaria de esta ley. En cualquier caso, nosotros apoyamos ambos criterios, pues en Baleares el elevado precio del alquiler es una circunstancia que se da hoy bastante a menudo.
“En Baleares no tenemos suelo ni recursos naturales suficientes para hacer un crecimiento ilimitado”
¿Cómo se concretará si una ‘zona tensionada’ ha de ser por ejemplo una barriada de una ciudad, un municipio o incluso una provincia?
El Govern cree que las Islas Baleares, en su conjunto, tendrían que ser consideradas ‘zona tensionada’, aunque de momento aún no está claro qué medida espacial concreta se hará servir finalmente. Nosotros pensamos que si se hace un cómputo global, el conjunto del Archipiélago tendría que entrar en esa definición, a pesar de que pueda haber pequeñas diferencias a nivel de alquileres entre algunos municipios isleños. Añadiría que nosotros ya pensábamos que el precio de la vivienda se tenía que poder regular, por lo que desde el Govern trabajaremos también en esa dirección. Como sabe, las competencias en vivienda son de las comunidades autónomas, si bien lo que hará la futura ley estatal será ofrecer un marco global de actuación.
Regular los precios de los alquileres puede suponer indirectamente que pequeños propietarios decidan entonces no poner sus viviendas en el mercado…
Es algo que puede pasar, sí, pues evidentemente no todo el mundo estará de acuerdo con esa posible regulación. Aun así, me gustaría recordar que la futura Ley de la Vivienda estatal establece que los grandes tenedores —bancos y fondos de inversión que poseen diez o más pisos vacíos desde hace más de dos años— tendrían un precio máximo tasado, mientras que los particulares —pequeños propietarios— tendrían una bonificación fiscal muy importante, que llegaría hasta el 90 por cien de la base imponible de las rentas que provoca el alquiler, siempre que rebajen un cinco por cien el precio del alquiler anterior. Por tanto, como ve, se prevé que exista una diferenciación entre los grandes tenedores y el pequeño propietario particular, que podrá optar por hacer esa rebaja en el precio.
¿Una posible solución para evitar las recurrentes burbujas inmobiliarias no sería liberalizar más suelo para que se pueda construir en él?
Intentaré ser concreto, porque esta pregunta daría para un debate muy largo —sonríe—. En Baleares no tenemos suelo ni recursos naturales suficientes para hacer un crecimiento ilimitado. Eso es algo que debemos tener siempre presente. En ese contexto, las viviendas nuevas que hagamos tendrían que ser todas VPO o públicas, y si son privadas, que fueran a precio tasado, porque lo que no creo que podamos hacer en Baleares es seguir creciendo en crecimiento turístico-residencial. Ahora mismo, vemos por ejemplo que hay un aumento en los precios provocado por la demanda proveniente sobre todo de personas foráneas o extranjeras, una demanda que presiona sobre los precios que tenemos aquí.
“En determinadas zonas urbanas quizás sí sería posible un crecimiento limitado, siempre que no sea, insisto, un crecimiento turístico-residencial”
¿Y no podría haber alguna otra opción alternativa?
Bueno, es cierto que hay algunos lugares en los que para construir viviendas públicas se podría aumentar un poco la densidad. Le pondré un ejemplo concreto. En el caso de mi propio municipio natal —Sant Josep—, del que además fui alcalde, tenemos infraestructuras de saneamiento, dotación de agua o luz que en estos momentos dan servicio a muy poca gente, porque actualmente hay una densidad muy baja, que suele ser de una planta baja o de una planta baja y un piso. Por tanto, en determinadas zonas urbanas quizás sí sería posible un crecimiento limitado, siempre que no sea, insisto, un crecimiento turístico-residencial. En cualquier caso, en esta materia la opinión que le estoy dando es casi más personal que como conseller, pues de estas cuestiones se ocupan esencialmente la Conselleria de Medi Ambient i Territori y los ayuntamientos.
Hace ahora justo un año que es conseller. ¿Qué balance provisional haría de esos doce meses?
Cuando llegué, fui consciente de la gran responsabilidad que suponía ser el nuevo conseller de Mobilitat i Habitatge. Dicho esto, en relación a todas las materias sobre las que me ha preguntado hoy, he de decirle que tengo la inmensa suerte de contar con un equipazo espectacular en la Direcció General d’Habitatge i Arquitectura y en el Ibavi. En los años previos a que yo fuera nombrado conseller, ambos organismos habían hecho ya un gran trabajo, lo que ha posibilitado que yo pueda entregar ahora las llaves de nuevas VPO y me pueda lucir —sonríe de nuevo—. Por tanto, las cifras que le he facilitado hoy no son producto del esfuerzo que como conseller haya podido hacer yo en estos últimos doce meses, sino el resultado de contar con un gran equipo de personas y de seguir con las políticas iniciadas por el Govern con anterioridad.
¿Qué valoración global hace de esas cifras?
Bueno, es cierto que en números absolutos seguramente no sean suficientes, aunque en números relativos suponen un aumento importante en relación a lo que teníamos antes. En cualquier caso, aún no estamos a la altura del porcentaje que deberíamos tener de vivienda pública, un porcentaje que tienen ya otras comunidades españolas y algunos territorios extranjeros que han estado haciendo políticas de vivienda desde hace mucho más tiempo que nosotros.
.- Este es un artículo de Josep Maria Aguiló y Mallorcadiario.com para Menorcaaldia.com