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En Menorca solo el 9,8% de los menores de 5 a 11 años están inmunizados contra la Covid

El 42,9% han recibido la primera dosis de la vacuna, 2796 niños

Administración de la vacuna a un niño (Foto: Àrea de Salut de Menorca)
Administración de la vacuna a un niño (Foto: Àrea de Salut de Menorca)

En Baleares, apenas el 33,7% de los niños de entre cinco y 11 años, según los últimos datos actualizados por la Conselleria de Salut i Consum, se han puesto la primera dosis de protección frente a la Covid 19. En Menorca solo el 9,8% de esta franja de edad han recibido la pauta completa, 639 niños, y el 42,9% tienen la primera dosis de la vacuna, 2796 menores.

Estos son los peores datos de todo el territorio nacional, muy lejos del 55,1% de la media española donde Galicia, con el 81,5% presenta la mayor tasa de cobertura vacunal entre la población pediátrica.

¿Por qué en Baleares es tan bajo el número de familias que han optado por vacunar a sus hijos e hijas para protegerles de los contagios de coronavirus? La directora del área de Asistencia Sanitaria de la Conselleria de Salud y Consumo, y, como tal, responsable técnica de la campaña de vacunación contra la Covid en las islas, la doctora Eugènia Carandell, ha enumerado las posibles causas que su departamento está barajando para encontrar una explicación satisfactoria.

La primera de ellas, según refiere Carandell, es que la vacunación pediátrica “ha coincidido de lleno con la sexta ola de la pandemia. A raíz de ello, hay familias que, aún deseando vacunar a sus hijos, han tenido que esperar a que transcurriera el tiempo suficiente desde el diagnóstico de la infección, tal como marcan los protocolos sanitarios. Pero eso no significa que no vayan a vacunarlos en cuanto les sea posible. Claro que también hay que considerar la posibilidad de que algunas familias, si sus hijos han adquirido la inmunidad por haber pasado la enfermedad, se decanten por no solicitar la vacuna. Es pronto todavía para saber qué va a suceder”.

Temor a los efectos adversos

Un segundo factor que la doctora Carandell ha puesto sobre la mesa es que no faltan los núcleos familiares partidarios de, utilizando su propia expresión, “esperar a ver qué ocurre con la vacuna. Es decir, en vez de vacunar a estos menores de inmediato, aprovechando las primeras semanas de la campaña, se sienten más tranquilos si, en primer lugar, tienen la ocasión de comprobar fehacientemente que, en efecto, los resultados de la dispensación de estas dosis son plenamente positivos y no hay que lamentar efectos adversos en los pequeños”.

No obstante, la responsable técnica de la Conselleria de Salut ha recordado que el balance de las consecuencias de la vacunación frente a la Covid en los países donde se ha implantado “ha respondido claramente a las expectativas, tanto en el aspecto de protección de los menores ante posibles contagios, como en lo que respecta al desarrollo de síntomas o señales contraproducentes para la salud de los menores. En este sentido, la valoración es absolutamente satisfactoria y así lo estamos trasladando desde la Administración, pero esto no evita que haya progenitores que, incluso así, prefieran introducir un compás de espera antes de vacunar a sus hijos“.

Baleares, “una sociedad intercultural y compleja”

En tercera instancia, la coordinadora de vacunación en Baleares menciona lo que llama el “factor cultural”, y pone como ejemplo a la comunidad autónoma de Galicia, donde la cobertura supera el 80% de dispensación de dosis entre los niños entre cinco y 11 años, muy por encima del 33,7% que presenta el archipiélago: “En efecto, en Galicia se ha vacunado a muchos niños. Hay diversas causas que podrían explicarlo. Una de ellas que, por los motivos que sean, en esa comunidad las vacunas gozan de un mayor prestigio entre la población. Por otro lado, Baleares es un territorio más intercultural, que acoge la presencia de personas procedentes de una gran cantidad de países y regiones del mundo entero. Por tanto, es una sociedad más compleja, y eso también hay que tenerlo presente a la hora de movilizar a los ciudadanos para que respondan plenamente a una campaña masiva de vacunación, como está siendo la relativa a la Covid”.

No obstante, la doctora Carandell no oculta que existe cierta decepción en la Administración autonómica por los resultados de la vacunación infantil en Baleares en cuanto a la cifra de participantes: “No, no estamos satisfechos. Aspiramos a alcanzar una cobertura mucho más elevada, y, por supuesto, no renunciamos a este objetivo, porque pensamos que estos sueros verdaderamente protegen a los niños y a todo su entorno frente al coronavirus sin causar efectos adversos, y así lo demuestran todos los datos recopilados hasta el momento”.

Los pediatras apoyan la vacunación infantil

Recientemente, la presidenta de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Baleares (APapIB), Marianna Mambié, lanzó a las familias el mensaje claro y nítido de que “deben vacunar a sus hijos” y dejar atrás los temores acerca de presuntos consecuencias adversas para la salud de los pequeños a los que se haya inoculado.

De hecho, las estadísticas apuntan a que, en el conjunto del planeta, los menores que fallecen a causa del coronavirus padecían enfermedades de base que agravaron el pronóstico y la evolución del contagio. Al mismo tiempo, el 90% de niños que ingresan en la UCI pediátrica desarrollan un síndrome inflamatorio sistémico, un efecto que, según los especialistas en esta vertiente de la medicina, la vacuna contribuye a reducir en un 90%.


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