Los responsables de las viviendas turísticas vacacionales auguran una buena campaña en este 2022. El presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Menorca (VITURME), Javier Pons, anunció que las reservas van a buen ritmo puesto que a las peticiones de cliente nacional que ya prácticamente han llenado julio y agosto, esta temporada también se añadirán las del mercado británico que sirven para llenar los meses anteriores y posteriores. “El mercado británico está alquilando mayo y junio y en las últimas semanas las familias comienzan a decidirse también por confirmar las plazas”.
Pons hizo estas declaraciones en la reunión telemática que mantuvo junto a la Secretaría General de PIME Menorca, Maria Garcia y los miembros del Cercle d’Economia de Menorca en el marco de una ronda de encuentros para conocer la situación del sector turístico. Se calcula que este tipo de viviendas representa el 32 por ciento de las plazas turísticas que existen hoy en día en la Isla.
Tanto Pons como Garcia rechazaron ser culpables de la supuesta e inexistente saturación de la que se habla, porque el crecimiento de estas viviendas había sido sostenido en el tiempo y no de nueva creación, sino de cambio de uso de residencial a turístico. “La cifra de visitantes del año pasado fue inferior a la de 2019 en 540.000 personas, teniendo en cuenta que sólo pudieron venir turistas de julio a octubre y que si cogiéramos el mismo período de meses de 2019, también habría sido 90.000 personas menos” explicó Maria Garcia. “Habría que ser más riguroso cuando se habla de que estamos saturados. Lo que realmente ha pasado es que ha habido un mayor incremento de la movilidad porque el turista se ha dejado ver más y esto ha sido muy positivo porque ha redistribuido las rentas turísticas de forma mucho más equitativa, generando beneficios en las empresas menorquinas que son las que contratan personas y servicios aquí.” ha recalcado Garcia.
En cuanto al supuesto incremento de viviendas turísticas ilegales, el representante de VITURME quiso poner énfasis en el trabajo que se había realizado precisamente para legalizar las que no lo estaban. “Cada vez hay menos sin licencia turística porque se ha hecho un trabajo de hormiguita que también ha ido el sentido de promover que los diversos trabajos de mantenimiento de fincas, jardines y piscinas no se hagan sin factura” explicaba Pons. Por su parte, Maria Garcia recordó que las viviendas turísticas también estaban prohibidas en rústico, un tema que no entendían por qué era la manera de rehabilitar casas que quejan y que podrían complementar la regeneración del campo de Menorca que no sólo podía tener grandes hoteles de lujo.
Crítica a la moratoria
Desde PYME criticaron ante los socios del Cercle la moratoria impuesta vía decreto por el Govern Balear tal y como se había planteado ya que desde Menorca, ya existía un consenso general de cuál era el tope de crecimiento establecido en el Plan Territorial Insular de 2003. “Se ha tomado la costumbre en política que cuando algo molesto debe prohibirse o limitarse en vez de ordenarlo o gestionarlo” dijo Garcia. También criticaron que el ejecutivo balear hubiera menospreciado en los sectores turísticos menorquines como ellos, al ni siquiera consultarlos. “Esta situación debería reconducirse, Menorca debería tener más peso en las decisiones del Govern y cualquier norma que se quiere imponer debería ir acompañada de un estudio económico de cuál será el impacto que puede producir. Cada isla es diferente y se ha legislado de forma universal sin tener en cuenta los intereses de los menorquines” explicó Maria García. “Hay personas que llevan cinco años esperando a dar de alta su vivienda turística y que ahora tendrá que esperar cuatro mes. Esto es ir contra los ciudadanos, que con esas rentas que generaban y que, en el pasado, por ejemplo, ayudaban a pagar la carrera de un hijo” puso como ejemplo la Secretaría de PYME.