Maó volverá a vivir la Semana Santa con sus procesiones como antes de la pandemia. Así lo han anunciado las diferentes cofradías este jueves en la presentación de actos para este periodo. Dos hechos marcarán las celebraciones de este 2022. Por un lado, la Cofradia de “La Sang” que celebra una especial efeméride, sus 250 años de existencia. Para conmemorar este aniversario organizan unos actos extraordinarios como son la presentación de un libro recogiendo su historia el 18 de marzo, así como una procesión extraordinaria que saldrá de la Iglesia de San José, su sede, el domingo día 20 de Marzo a las 18:30h.
Además. una imagen suya ilustrará los cupones de la ONCE de toda España del sábado 16 de Abril (Sábado Santo). También programan un concierto benéfico en el Teatre Principal para el próximo 12 de Junio.
La segunda novedad es la incorporación de una nueva Hermandad y cofradía de Nazarenos, erigida a finales del año pasado: la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, María Santísima de la Misericordia y San Juan Evangelista. Empezó su caminar hace dos años. Ya posee la imagen de su titular Mariana y en breve recibirán la imagen del Señor de la Sentencia a quién sacarán en procesión. El día de la salida procesional previsto será el Lunes Santo. De esta forma no se impide a nadie formar parte de este proyecto, independientemente de que pertenezca con anterioridad, o no, a otra Cofradía, ya que no se solapa con otras procesiones.
El primer gran acto de este tiempo pascual será el pregón de la Semana Santa el miércoles 6 de Abril a las 20:30h. en la Iglesia de San José, sede de “La Sang”. El pregonero de este año será Bosco Faner Bagur, sacerdote ciudadelano, rector del Seminario de Menorca, Arcipreste de Ciutadella y párroco de la parroquia de San Esteban de la ciudad de poniente.
Las procesiones serán en sus días habituales más la nueva del Lunes Santo.
… vamos para atrás, como los cangrejos… volvemos al medievo, a los actos de fe, a la ostentación de la iglesia para reafirmar su desafio a la laicidad del estado, proselitismo urbano, causando molestias varias al vecindario, abusando de recursos públicos para su propio beneficio apologético… la pandemia fue una oportunidad perdida para librarnos de este penoso sinsentido, pues los cuatro gatos que aún creen en esas paparruchas, bien podrían haber honrado a su amigo imaginario en la oscuridad de sus lúgubres templos, sin incordiar… las creencias deben ser algo privado de cada cual, pero aquí algunos están empeñados en obligar al resto de la comunidad a presenciar su desfile del orgullo católico, azotándose cual show gore sangriento con un cadalso móvil no apto para menores impresionables… ya están tardando los cofrades en plañir lastimosamente su victimismo frente a la modernidad, al siglo XXI, a la desafección por parte de una sociedad libre y moderna de esos comportamientos estrambóticos impropios de la era internet… la nueva “NORMALIDAD” era ésto? … ecs, qué asco…