Profesionales y usuarias de Hospital Mateu Orfila han preferido firmar un acuerdo, a instancias de sus abogados, y no llevar a juicio al médico que, subrepticiamente, las grabó durante tres años en 95 ocasiones en los vestuarios y baños del Hospital Mateu Orfila. En base a este acuerdo el médico, que trabajaba en este centro, irá a prisión con una pena de cinco años y pagará una indemnización de 270.000 euros a repartir entre todas las mujeres afectadas.
Desde 2018, año en que una enfermera destapó el montaje de este médico al descubrir una de las cámaras escondidas, las afectadas han intentado que se llevara a juicio este caso y ya estaba previsto realizarlo el próximo mes de julio. Pero, finalmente, han decidido aceptar un acuerdo y dejar atrás unos hechos que sobresaltaron la vida del Hospital.
El médico ha reconocido los hechos, de los que había suficientes evidencias, y la Fiscalía consideró que realizó las grabaciones cuando sufría un trastorno de voyeurismo y adaptación con ansiedad y depresión.