Desde que cerró el vice-consulado honorario de Francia en Menorca, los franceses se han encontrado aún más aislados. Cualquier trámite (renovación de pasaporte, repatriación de un finado, etc) ha resultado un agravio puesto que, en la mayoría de los casos, implica tramitar en el consulado más cercano estas gestiones.
En el caso de Menorca, la circunscripción es la del Consulado General de Barcelona. Eso se traduce en que para muchos trámites burocráticos no basta con conectarse a una página web y hacerlo online, hay que ir a validar cualquier papel en persona a la Ciudad Condal. Coger un avión, pasar quizás noche allí, son gastos que se suman a la cita con las gestiones con el Estado Francés que resultan un agravio respecto a otros franceses que hay en España.
Con la reciente visita del diputado Stephan Vojetta a Menorca, los representantes de la Asociación de Franceses de Menorca han transmitido estas reivindicaciones con el ánimo de encontrar soluciones. La tecnología parece que está dando pasos para que la validación no precise el engorro del desplazamiento pero depende del éxito de un programa piloto de un año que está ahora instaurado en la vecina Portugal.
La otra posibilidad, la de reabrir una oficina consular en Menorca como la que estaba en la calle Deyà de Maó, parece alejarse tras confirmar el diputado que las gestiones que llevaba su antecesora en el cargo (que iban bien encaminadas) se congelaran en el lapso de tiempo de la pandemia.
La categoría de Consulado Honorario estará reservada a países donde no exista Consulado de carrera o Misión Diplomática residente, circunscripciones con amplia colonia española o donde circunstancias especiales así lo aconsejen. En Menorca ha llegado a haber representación consular de países como Alemania, Países Bajos, Francia e Inglaterra.
Otros asuntos que se trataron aprovechando la visita del diputado fue un intercambio de impresiones con empresarios, las próximas elecciones francesas y la escolarización en Menorca.
… otro ejemplo más de que la BURROcracia está enquistada tan profundamente, que incluso la sociedad de la información, el progreso de internet y la modernidad, nada pueden hacer para paliarla… siempre que esperamos avanzar, hay alguien empeñado en conservar ese patrimonio añejo que es la ineptitud crónica…