El Servicio balear de Salud ha destinado 11,3 millones de euros en acoger a pacientes en los hoteles medicalizados de las Illes Balears. Ayer cesó la colaboración con los cuatro establecimientos hoteleros que todavía seguían abiertos, uno en cada isla. El balance es de 4.133 personas alojadas en las diferentes oleadas de la pandemia de COVID-19.
En Menorca, Salud ha gastado 840.770 euros en alojar a 214 personas en los hoteles Sa Mirada, De Arenal d’en Castell y Playa Azul, en Cala en Porter.
Estas instalaciones hoteleras medicalizadas han servido principalmente para acoger a pacientes leves o asintomáticos y a contactos estrechos que no podían garantizar un aislamiento correcto porque no disponían de las condicionas óptimas en su casa o porque convivían con personas vulnerables.
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