Son ya cuarenta y dos encuestas las que lleva hechas la Fundación Gadeso para tomar el pulso de cómo es la percepción de la sociedad balear. Probablemente en estos últimos tiempos se perciben los peores augurios sobre el futuro a corto plazo puesto que las economías familiares están sometidas a diferentes olas de crisis (financiera, sanitaria, global por la reciente guerra en Ucrania) de la que no conseguimos levantar cabeza.
Los elementos que van apareciendo retroalimentan la pérdida de confianza. Peligran los derechos básicos, aumenta la brecha social y laboral. El aumento de la inflación, el precio de la energía y de los combustibles hace temblar los cimientos de la economía. La falta de seguridad en el mercado laboral somete a muchas familias a la inestabilidad, al paro y a la pobreza.
La percepción de los ciudadanos de las islas tiene diferentes causas por las que existe ese malestar social. Según concluye el estudio, la pérdida de puestos de trabajo, el aumento de la precariedad laboral con la reducción de salarios o el incremento de la inflación son los tres asuntos que más relevancia tienen hoy en día. Otros asuntos que siguen por nivel de importancia en esta lista son; la dificultad de acceso a la vivienda, mayor desigualdad social, colapso de servicios públicos asistenciales, falta de alimentos y provisiones, deterioro de las instituciones y en último lugar, incremento de la delincuencia.
Al plantear a los encuestados qué consideran que genera su malestar social destacan por delante de todo (con un 96%) el incremento del paro. Por detrás están el fuerte incremento del coste de la vida (92%) y la exclusión social y la pobreza (86%). Aún por detrás; el incremento de la conflictividad social, la desconfianza en las instituciones, las posturas políticas extremistas, el aumento de las demandas de protección social, la contracción del consumo y en último lugar (con un 44%) otros problemas de carácter personal como enfermedades o fatiga pandémica.
Finalmente, los isleños también aportamos nuestras propuestas de solución. En este caso la lista la encabezan con un 89% limitar el precio de energía y carburantes, con un 71% dar mayor protección frente a los despidos y con un 64% aplicar medidas contra el desempleo y la precariedad laboral. Por detrás, otras soluciones propuestas son conceder ayudas directas a empresas y autónomos, limitar el precio de la vivienda, reducir el IVA de productos básicos y, en último término, con un 47%, ayudar a las familias en situación de exclusión social.