A finales de verano la concejal Noemí Camps les aseguró que “no se preocupen, que iban a reclamar los títulos de las sepulturas que habían comprado a la empresa Funeraria y que, después, bastaría con una instancia al ayuntamiento para que se les cedieran de forma gratuita”. “Solo queda arreglar unos flecos jurídicos”, les dijo Camps, responsable del área de cementerios de Ciutadella. Pero han pasado varios meses de esta conversación, después de que el ayuntamiento denegara la titularidad de las tumbas a las personas que habían pagado por ellas, y cerca de tres años y medio del momento en que 23 ciudadanos de este municipio compraron sepulturas en el cementerio nuevo a la Funeraria Bonet, de Edifincas Menorca.
Una de las personas afectadas por este litigio manifiesta que “ellos (el Ayuntamiento) saben que están pillados y no saben cómo darle una salida jurídica a este problema”. Además, explica que todo se complica porque algunos de los que compraron las sepulturas han hecho uso de ellas pese a no tener la autorización municipal.
El afectado explica que, hace tres años y medio, se dirigieron al Ayuntamiento de Ciutadella interesados por adquirir una sepultura en el cementerio nuevo. Desde allí les indicaron que tenían que hablar con la empresa, entonces Funeraria Bonet. Esta empresa les cobró 23.000 euros por un pequeño panteón y les aseguró que ellos iban a tramitar la autorización administrativa con el Ayuntamiento y que estaría solucionado en dos o tres meses.
“Esto coincidió con el cambio de gobierno, luego vino la pandemia,…” y todo se fue retrasando pero no dejaron de registrar peticiones en el Ayuntamiento que nunca obtuvieron respuesta. Tampoco pudieron contactar por teléfono con ella. Y así pasaron tres años hasta que recibieron la noticia: su solicitud se había resuelto desfavorablemente porque “se trata de bienes de dominio público fuera del libre mercado”. Fue solo entonces cuando la concejal responsable, Noemí Camps, se puso en contacto con ellos para decirles que no se preocuparan. Medio año después la única respuesta municipal es que “se ha incoado un expediente para intentar resolver la situación de los particulares que han pagado una cantidad por estos bienes. Ahora mismo está en manos de los servicios jurídicos”.
Este afectado asegura que detrás de esta llamada de Camps había “un poco de maldad” porque confiaron en ella y no presentaron alegaciones contra la decisión municipal y ahora ha pasado el plazo para hacerlo y la resolución ya es firme.
Son 23 familias de Ciutadella afectadas por haber comprado la sepulturas a la Funeraria Bonet, “que al parecer no disponía de la capacidad para poder vender pero a la que fuimos dirigidos desde el Ayuntamiento”.
¿Por qué el Ayuntamiento no actuó en el momento en el que recibió las primeras instancias solicitando las autorizaciones? Han pasado cerca de tres años y medio y ha sido ahora cuando ha puesto en marcha sus recursos jurídicos para intentar solucionar el problema, solo cuando los afectados han hecho públicas sus demandas.
¿Por qué se ha permitido que algunos de estos propietarios utilicen sus sepulturas pese a la denegación de la autorización municipal?
Son preguntas que se hacen los afectados por este litigio que buscan soluciones y piden al Ayuntamiento celeridad para aclarar este tema.