“Una muy mala noticia”

Una frustración más. Parece como si Menorca esté dejada de la mano de Dios. A la falta  de concreción de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición  Ecológica, Teresa Ribera, sobre el doble enlace eléctrico entre Mallorca y Menorca y a  la gasificación de la Central térmica del puerto de Maó, que sigue quemando 

combustibles más contaminantes como fuel y gas-oli, se añade ahora la pésima noticia  de que la implementación en Can Salort del grado de Ingeniería Informática se retrasará,  como mínimo, hasta el curso 2023-2024. 

Sin duda, siempre pueden buscarse razones que expliquen estos aplazamientos, pero la  verdad, desde el punto de vista del Cercle d`Economia de Menorca, resultan la mayoría  de las veces poco convincentes y demuestran, digámoslo alto y claro, una manifiesta falta de interés político por parte de los gobiernos autonómico y nacional en satisfacer  unas reivindicaciones que consideramos justas, urgentes y trascendentales para el  futuro de la Isla. Obviamente, éstas que comentamos no son la únicas, pero no por ello dejan de ser importantes. En el caso concreto que nos ocupa, habida cuenta de que el  grado de Ingeniería Informática ya se está impartiendo en Palma, entendemos que la  gestión con Aneca (la agencia estatal que acredita los estudios) debe ser un trámite  administrativo que la UIB podría aún realizar antes de que finalizara el presente curso.  Con interés y ganas casi todo se puede conseguir. 

Los menorquines debemos alzar la voz y decir basta. Los habitantes de la España insular  no somos ciudadanos de segunda. Al injustificable retraso en la puesta en marcha de las  medidas fiscales que contempla el Régimen Especial de Baleares no debemos tolerar que se sumen más incumplimientos que, en el caso concreto del grado de Ingeniería Informática, limitan la oferta académica de nuestros jóvenes universitarios. Con el  retraso sine die del doble cable con Mallorca se coarta, también, la autonomía  energética de Menorca. 

Del Consell Insular, como primera institución política de la Isla, esperamos que no  permita que los menorquines continuemos siendo ninguneados.