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Sanidad niega que vaya a prohibir el vino y la cerveza en los menús de los restaurantes

El Ministerio y las comunidades han aprobado la Estrategia de Salud Cardiovascular, en la que recomiendan promover la dieta mediterránea

Copa de vino en una comida.
Copa de vino en una comida.

El Ministerio de Sanidad y las comunidades han aprobado la Estrategia de Salud Cardiovascular, en la que recomiendan promover la dieta mediterránea en la restauración pero sin hacer una mención explícita al consumo de alcohol como hacían en su propuesta inicial.

El borrador de la estrategia incluía un párrafo en el que se planteaba la colaboración “con establecimientos de restauración para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable, sin incluir en ella el consumo de alcohol”.

Con esta información, Sanidad ha emitido un comunicado para insistir en que su objetivo es conseguir la mejora de la salud cardiovascular de la población y promover la adopción de hábitos de vida saludable, razón por la cual ha establecido una serie de recomendaciones, insistiendo en que no deben ser consideradas “prohibiciones de ningún tipo”. A este respecto, Sanidad ha indicado que es “falso que se vaya a eliminar de los menús del día bebidas como el vino o la cerveza”.

Así consta en el borrador de la Estrategia, en cuya elaboración han trabajado un Comité Científico formado por multitud de sociedades y especialistas, como cardiólogos, médicos de familia, intensivistas o salubristas, y otro institucional integrado por técnicos de Sanidad y Consumo y de las comunidades autónomas.

32 OBJETIVOS SALUDABLES

Ante este escenario, los expertos plantean 32 objetivos divididos en ocho ejes centrales para reducir este impacto y promover la salud cardiovascular en la ciudadanía mediante el desarrollo de un “abordaje integral que facilite la adopción de estilos de vida y entornos saludables y sostenibles”. Esto pasaría por evitar los principales factores de riesgo de estilos de vida, todos ellos prevenibles (no como los biológicos, como la edad o el sexo, que no son modificables): la alimentación no saludable, el sedentarismo y la falta de actividad física, y el consumo de tabaco y de alcohol.


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