La formación nacionalista Més per Menorca ha negociado y acordado con el Govern balear que “en Menorca no se aplique el nuevo artículo introducido en la futura ley turística, a raíz del acuerdo de Armengol con el Pi y la Federación Hotelera de Mallorca, anunciado este martes y que supone que los establecimientos turísticos obsoletos puedan realizar un cambio de uso para reconvertirse en edificios residenciales”. Consideran que esta medida está pensada solo para salvar los beneficios de los hoteleros y los propietarios de terrenos, aunque esto implique mayor consumo de territorio.
Aunque Més per Menorca apoyó el Decreto Ley 3/2022 de medidas de circularidad en el turismo “porque valoraba de forma positiva la moratoria para detener el crecimiento en número de plazas, el partido quedó emplazado a negociar con posterioridad otros aspectos”.
Así, Més per Menorca no ha formado parte de la negociación que ha hecho el Govern balear con los regionalistas de El Pi y los hoteleros, sino que ha acordado, al margen, “que en Menorca no se pueda realizar el cambio de uso o que, como máximo, solo pueda realizarse en zonas con núcleos urbanos ya consolidados”. Los nacionalistas están pendientes de llegar al acuerdo sobre el redactado definitivo, que se incorporaría durante el trámite a la ponencia en el Parlament, que se espera que acabe sus trabajos esta misma semana.
Según el diputado Josep Castells, “Més per Menorca ha luchado por situar la isla fuera de este acuerdo del Ejecutivo con la derecha y los hoteleros porque corríamos el riesgo de crear guetos de viviendas son zonas turísticas que no tienen la dotación de los servicios públicos básicos necesarios para vivir con dignidad: recursos sanitarios, educativos, transporte público u oferta comercial”. “Hacer un cambio de uso sin control podría conducirnos a la situación de Mallorca, donde hay zonas turísticas con población consolidada todo el año”, ha añadido el diputado.
Desde Més per Menorca destacan que el acceso a la vivienda es una de sus prioridades políticas “pero tenemos claro que la vivienda debe crearse en los núcleos urbanos, donde todavía hay muchas viviendas vacías y quedan muchos solares por desarrollar. Las zonas turísticas no pueden evolucionar hacia un uso residencial, con mayor consumo de territorio y sin los servicios básicos”.