Aunque realmente las obras se van a parar el 15 de junio para retomarse después del verano, la estampa que se augura para los principales meses turísticos es la de un Fornells a medio construir. Las obras que se están realizando en la fachada marítima de Fornells son necesarias, ambiciosas y molestas para los comerciantes que estos días han expresado sus quejas. Una de ellas es la pregunta de cómo se podrá garantizar el desarrollo normal de las fiestas patronales si están las obras a medio hacer.
La plaza de S’Algaret debería estar operativa y despejada, pero también sus accesos. Preocupa, más allá de las molestias de unas obras que no parece que estén acabadas antes de mediados de junio, que pueda ser peligroso por la cantidad de gente que llena las calles de Fornells aquellos días.
Para los vecinos del pueblo marinero, no disponer de su plaza para el jaleo es como asumir que, como en la pandemia, habrá que lamentar un año más la falta de sus fiestas, al menos como deberían ser.
Aunque las obras en sí llevan más inconvenientes, según explicaba Richard Riera en Radio Menorca esta semana pasada. Consideran que el desarrollo del plan de trabajo no está priorizando la modernización de los servicios para los ciudadanos si no que está focalizándose en la creación de un edificio de nueva planta en contraposición con la filosofía de Costas que propugna reformar o demoler construcciones cerca del mar.
También apuntan a que la rampa de varada, que tiene a muchos usuarios que la utilizan, se está gestionando mal puesto que se ha quitado la antigua pero aún no se ha instalado la nueva. Los comerciantes ven como se acumulan en la zona comercial el material de las obras que se supone que utilizaran en septiembre, ocupando un espacio que va en detrimento del cuadro paisajístico de la zona (aunque ese material parece ser que no se utilizará hasta que retomen la actividad las obras a final de verano).
Los comerciantes apuntan a que el orden de prioridad marcado en las obras les perjudica gravemente para esta temporada y compromete el desarrollo de algunas actividades como la celebración de las fiestas patronales que deberían celebrarse el tercer fin de semana de julio.
