Los gastos diarios del hogar requieren planificación para poder llevar un control sobre el dinero y la economía de la familia. Egresos tan cotidianos y comunes como lo es la compra de alimentos, el pago de servicios como agua, internet, electricidad y otras cosas como estudios y transporte, pueden volverse un dolor de cabeza si no se tiene control sobre ellos o si sobrepasan el presupuesto estimado.
Para estos casos, una financiación con tarjeta de crédito puede ser la solución. De hecho, últimamente se han incrementado las compras con este producto, lo que demuestra que muchas personas están optando por este medio de pago.
A diferencia de las grandes compras que las personas suelen realizar con tarjetas de crédito, al usarla para pequeños montos como la compra mensual de la despensa, será una deuda más fácil de pagar.
¿Qué especificaciones hay que tener en cuenta?
Al momento de solicitar una tarjeta de crédito hay una serie de cosas que deberás tener en cuenta. Lo primero es que el producto que solicites sea acorde a tus necesidades. Si esta sería tu primera tarjeta de crédito y solo planeas usarla para gastos pequeños relacionados al hogar, puedes pedir alguna tarjeta básica que ofrece tu banco. Así también tendrás más posibilidades de que aprueben tu solicitud.
Tipos de comisión
Dependiendo del banco, una tarjeta de crédito acarrea distintos tipos de comisiones. Algunas pueden ser por emisión o renovación, por exceder el límite de la tarjeta, por retirar dinero de un cajero, entre otros.
Intereses
Esto es una parte clave de cualquier tarjeta de crédito, ya que al realizar una compra y pagarla en plazos, periódicamente se cargará un porcentaje de interés sobre el monto a pagar. Si este pago se extiende por mucho tiempo, el monto inicial terminará siendo más alto de lo que era en un principio.
Por esta razón es que debes prestar especial atención a los intereses correspondientes de una tarjeta. Si por ejemplo te ofrecen una tarjeta de alto límite, pero con intereses más altos que una tarjeta de límite más bajo, probablemente sería mejor que escojas la segunda. Sobre todo, si esta es tu primera tarjeta de crédito.
Cuota de manejo
Esta es una tarifa que varía entre distintos tipos de tarjeta y que se debe pagar al hacer uso del crédito que esta brinda. Es algo a tener en consideración ya que será un cobro recurrente. No suele ser un gran monto, pero si es una cuota que te parece alta, puede terminar siendo algo molesto.
Recomendaciones para darle un buen uso a tu tarjeta
Establece cuáles son tus gastos
En primer lugar, es esencial tener en claro cuáles son los gastos del hogar, cuáles se pueden pagar con el flujo de dinero disponible y qué gastos quedarán para la tarjeta de crédito. Mover todos los gastos para la tarjeta de crédito solo para sentir tener más dinero a disposición podría ser algo irresponsable que te afecte a largo plazo.
Ten en cuenta que, en este caso, la tarjeta de crédito debería usarse para esas cosas que no se pueden pagar de otra manera y que sea preferible pagar en plazos.
Sé responsable con los plazos de pago
Mensualmente deberás pagar la cuota correspondiente de cada pago. Planifica tus finanzas de manera que siempre puedas realizar el debido pago y evitar retrasos que puedan causar bloqueos o cancelación de tu tarjeta.
Hay bancos que permiten programar cobros automáticos, lo que te ayudará a no olvidar nunca una cuota de pago. De esta forma cuidarás tu vida crediticia y esto contribuirá a que en el futuro te puedan ofrecer mejores créditos.
Evita gastos innecesarios
Muchas veces se relaciona a las tarjetas de crédito con el despilfarro y es que muchos hacen uso indebido de ellas. Si has establecido que la usarás solo para cierto tipo de gastos, apégate a ello.
Conclusión
Las tarjetas de crédito brindan excelentes beneficios que valen la pena aprovechar, pero con los que hay que ser muy responsable. Sin duda es una herramienta que puede aliviar tu día a día, siempre y cuando le des un uso correcto.